Capítulo 59

Me despierta el dolor de cabeza, además de la incomodidad que siento. Cuando abro los ojos no logro distinguir nada por la obscuridad, pero hay un poco de luz filtrándose. Voy cayendo en cuenta que estamos en movimiento, debo estar en la cajuela de un auto y por el tamaño debería ser el de Gerardo.

Noto que tengo las manos amarradas con una cuerda, tipo mecate, me raspa y hace daño en la piel. De pronto, siento húmedo mi brazo izquierdo, debió abrirse la herida del disparo que me dieron en el Centro. Trato de moverme un poco pero es casi imposible, el espacio es estrecho.

-¿Caro, despertaste? –es la voz de Armando que se escucha baja pero cercana.

-Sí, me duele la cabeza... ¿Dónde estamos, qué pasó? –logro preguntar.

-Estamos en la cajuela del auto de Gerardo, estoy tratando de desamarrarme las manos que me las dejaron por enfrente. Gerardo está en el asiento trasero con ellos. El otro, creo que es Sancho, va manejando el otro auto según alcance a escuchar.

-Trataré de girarme para qu
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