Estamos solo los tres en la habitación blanca de Armando, desconozco la hora pero ya debe ser tarde, pero se nos ha ido el tiempo platicando de lo que pasó, desde que salí hecha una furia de la oficina de Faros hasta que llegaron hoy a mi casa los dos.
Mara se llevó a su casa a Miriam, necesitan descansar las dos y ya no era tiempo para que la hermana de Armando se fuera sola hasta Tres Marías. Y tampoco para que manejara Mara, ha estado en el hospital cerca de 53 horas ininterrumpidas.
Hace un rato se llevaron la charola de comida vacía de Armando, también moría de hambre. Gerardo pasó a asaltar la cafetería luego de su terapia. Por eso, y los pays del jefe, estamos todos satisfechos. Y eso es raro en estos dos hombres, así que lo disfruto un poco.
Sigo en la cama con Armando, me calma sentir su calor. Seguimos con mi gabardina encima, y debajo de ella nos tomamos de la mano.
-Entonces, el comandante tiene la teoría que, tal vez, Mauricio quería dejar al tío desde hace años, por eso