Continuación:
~Supremo, los alfas están en la sala de reuniones, solo esperan por usted ~, le informó Lucius por el enlace mental. Soltando un bufido, Elijah dejó de quitarse el suéter.
Marlén se puso una mano en el pecho cuando lo vio salir y agitada corrió hacia la puerta para ponerle el seguro.
……
Por otro lado, el aire en la sala estaba cargado de notas de un aroma musgoso y terroso, mezclado con una presencia intensa de feromonas masculinas, anclado a un matiz picante y amaderado. Olores que reflejaban el carácter dominante y atractivo de cada alfa presente.
Elijah, con su mirada penetrante, se encontraba en el asiento de honor en la mesa redonda, y su presencia imponente dominaba a todos a su alrededor.
—Como medida paliativa, infórmenles a todos los lobos longevos que el alfa supremo ha ordenado: que deben mantenerse en su estado animal. Ya no deben inyectárseles medicamentos, si alguno está demasiado débil o adolorido deben tratarlo con remedios naturales—. Su voz grave y lle