Liam Jones.
—Felicidades, Alfa Liam. El consorcio Jones fue el seleccionado.
La satisfacción inundaba cada rincón de mi ser al recibir la noticia de que habíamos ganado la licitación.
Era un triunfo que sabía muy bien, no había sido fácil conseguirlo.
Había estado peleando contra el gigante consorcio Hills, líder en el mundo de los negocios.
Ya era justo que las piezas del ajedrez se alinearan a mi favor.
Por fin, había logrado dejar atrás a Alfa Edwards, esta vez no había logrado imponerse.
En los últimos meses su consorcio había sido una barrera para mis aspiraciones.
Su lucha no era por ambición si no por el odio que Ava me profesaba.
Para mi fortuna Charles Davis no era alguien a quien subestimar; era un tiburón de los negocios.
Su astucia y cruel pragmatismo le habían otorgado una reputación temible.
Ganar esta licitación significaba más que sólo dinero; significaba un paso gigante para demostrar a Ava que no sería presa fácil si no que era la consolidación del consorcio Jones en