Liam Jones.
El amor verdadero puede superar cualquier obstáculo.
Nunca imaginé con cuanta profundidad esa creencia se pondría a prueba en mi vida.
Cuando Ava dio a luz a nuestros dos bebés, sentí una explosión de felicidad que no podía describir con palabras.
Mirar a mis pequeños lobos por primera vez fue como ser testigo de un milagro.
Eran perfectos: cada uno llevaba una parte de nosotros, de nuestro amor.
En ese instante, todas las penas que habíamos atravesado parecieron desvanecerse.
La maldición que había dejado mi cuerpo para recaer sobre Ava, había sido desterrada. El amor había triunfado.
El médico revisó a Ava una vez más, y al escuchar que estaba sana y radiante, no pude evitar soltar un suspiro de alivio.
Ella miraba a nuestros pequeños con una sonrisa brillante y amorosa.
Las sombras del pasado se habían ido, y con ellas, la incertidumbre que tanto nos había atormentado.
Se iniciaba un nuevo capítulo en nuestras vidas, uno repleto de esperanza y de luz.
—Mi amor, quiero q