73. Tembló la tierra
73
Eva
Mi transformación completa me tomó por sorpresa.
No fue suave ni elegante como otras veces, no… Esta vez fue brusca, salvaje, como si algo dentro de mí —algo más antiguo, más profundo que el instinto— hubiese despertado con un rugido ensordecedor.
Fue Mina.
Su grito… no fue sólo el de una loba. Fue el clamor de una diosa furiosa que había visto caer a su otro yo.
Magnus.
Su cuerpo, fuerte e imbatible, se doblaba de rodillas mientras el veneno le robaba el calor de la vida.
Y yo... yo entré en pánico.
Una cosa era estar molesta con él, querer patearle el orgullo por arrogante, incluso odiarlo un poco por las cosas que no podía perdonarle...
Pero no lo quería muerto.
Nunca.
Mina rompió las últimas cadenas que quedaban. La fusión fue completa, total, y cuando abrí los ojos de mi forma lupina, ya no quedaba humanidad, sólo furia.
Furia y amor.
Una combinación que convierte a cualquier hembra en un arma imposible de detener.
Salté sobre el primer enemigo, mis colmillos se cerraron s