185. La promesa de una fiera. (Segunda parte)
Narra Ruiz
Ella se queda ahí, parada, temblando, pero firme.
Como una estatua rota.
La miro. La odio. La deseo. Me parte el alma y me enciende el cuerpo. Todo al mismo tiempo.
—No quiero nada con vos, Ruiz —dice, y me mira como si cada palabra fuera un escupitajo directo a la cara.
Y yo...
No sé si me río o me muero.
Porque no me lo creo. Porque no le creo.
Porque ni siquiera ella se lo cree.
Y antes de que diga cualquier otra estupidez, me acerco.
Cierro la distancia en dos pasos.
La agarro de la nuca.
Y la beso.
No le doy tiempo a pensar, no le pido permiso. Le tomo la boca con esa urgencia que siempre nos consumió, con esa rabia que se nos volvió piel desde el primer choque de miradas, desde la primera mentira, desde la primera bala que no nos mató.
Ella me responde.
Por un segundo.
Por un instante mínimo en el tiempo, me devuelve el beso con la misma desesperación.
Pero después... me empuja.
No con fuerza, no con odio, pero con decisión.
—No cambió nada, Ruiz. No quiero eso. No q