Van exactamente como esperábamos.
El sonido del mazo retumbó tres veces sobre la madera y el eco pareció quedar suspendido en el aire.
Un silencio denso cayó sobre la sala, tan pesado que incluso el parpadeo sonaba indiscreto.
El juez alzó la mirada sobre los expedientes apilados frente a él y habló con una solemnidad que hizo temblar el ambiente.
—Se declara abierta la audiencia en la causa Delcourt contra Moreau.
Catalina se mantuvo erguida, con las manos apoyadas sobre la mesa. Sentía el frío del mármol filtrarse en sus dedos, como si la realidad le recordara que estaba allí, de pie frente a su pasado.
No se movió.
A su costado, Étienne permanecían atento y sereno, con la mirada fija en el juez.
El juez comenzó a leer con voz firme, cada palabra como un golpe de martillo:
—El señor Luciano Moreau es acusado formalmente por fraude, privación ilegítima de la libertad, falsificación de documentos médicos, administración indebida