ESCAPANDO
La noche cayó como una sombra densa sobre la ciudad. Las luces del hospital titilaban a lo lejos, como si el edificio supiera que algo estaba por romperse. Aelin observaba desde su ventana. Su cabello, suelto, ondeaba levemente con la brisa que entraba por la rendija. A su lado, en la oscuridad, Darian se mantenía en silencio. Ambos sabían que esa noche sería decisiva. —¿Estás lista? —preguntó él, con voz baja. Ella lo miró. Había recuperado algo de fuerza. Había comido, dormido… pero sobre todo, había renacido. En sus ojos ya no había dolor. Solo determinación. —Siempre lo estuve. Darian deslizó una carpeta sobre la mesa. Planos. Rutas de evacuación. Horarios del personal. —A las 02:00, las cámaras del pasillo este estarán desconectadas por mantenimiento. Tengo un vehículo blindado esperándonos dos calles más abajo. Un helicóptero en espera si todo sale mal. Aelin arqueó una ceja. —¿Siempre tan discreto? —No soy discreto —respondió Darian, sonriendo levemente—. Solo soy eficiente. Ella se puso de pie. Lentamente, retiró los tubos del suero, rasgó el vendaje del brazo y se colocó una chaqueta negra que él le había traído. Ajustada. Flexible. Hecha para moverse rápido. —Pareces profesional —dijo él, cruzándose de brazos. —Soy profesional. —¿De qué tipo? Ella se acercó. Lo suficientemente cerca para que él sintiera su aliento contra su cuello. —Del tipo que mata sin dejar rastro. Así que no me provoques — dijo entre risas Darian no se inmutó. Solo le sostuvo la mirada. Entre ellos, el aire chispeaba como pólvora. —Perfecta —susurró él. —Lo sé. ===/=== Todo estaba en su sitio. Aelin y Darian salieron por una puerta trasera, cubierta por una pequeña escalera de emergencia. El personal de seguridad del hospital dormía en su turno. Algunos, pagados. Otros, simplemente torpes, haciéndose los tontos, como si no pasara nada. Ella se movía como una sombra. Él, como un lobo en silencio.— los dos sincronizados. Cuando un guardia inesperado apareció, Aelin lo derribó con una llave limpia, sin ruido, dejándolo inconsciente. Darian la miró, impresionado. —¿Tú dijiste que estabas débil? ¿Pero no es así?—dijo él. —Mentí. — él sonrió ella. Bajaron por la escalera metálica. El sonido de sus pasos era apenas un susurro. Una vez en el suelo, se metieron entre callejones oscuros, pasando por una zona de basura, evitando cámaras de seguridad. Pero entonces… Un auto negro bloqueó la salida. Del vehículo bajó un hombre. Alto. Chaqueta gris. Pelo rubio. Sonrisa arrogante. —Aelin… ¿Tan rápido me dejas? —dijo Leonard, enfurecido. Aelin apretó los dientes. —¿Cómo me encontraste? — preguntó ella. —Por Isabella. Ella aún tiene acceso a tus dispositivos. Pensabas que podías borrarte tan fácil, ¿verdad? Darian dio un paso al frente. —¿Quieres que lo resuelva por ti? —susurró, casi divertido. Aelin alzó la mano, no déjalo. —Él es mío.— y luego: Corrió hacia Leonard sin previo aviso. Él intentó atraparla, pero ella se deslizó por debajo de su brazo, le dio una patada en la parte trasera de la rodilla, lo hizo caer, y luego lo golpeó con el codo en la mandíbula. Leonard escupió sangre. Intentó levantarse, pero el golpe, lo había dejado inútil. —¡Aelin! ¡No puedes irte! ¡Me perteneces!— gritó él con rabia. Ella se acercó, lo tomó del cuello de la camisa… y le susurró al oído: —Yo no pertenezco a nadie. Pero tú, Leonard… vas a pertenecer a los escombros de lo que un día creíste controlar. Lo dejó tirado en el suelo. Darian ya tenía el auto encendido. Aelin saltó al asiento del copiloto y cerró la puerta sin mirar atrás. El auto arrancó con fuerza. Dejando a Leonard solo, entre la basura y la derrota. ===/=== Dentro del auto, minutos después —No me esperaba eso —dijo Darian, mirando de reojo a Aelin. —¿Qué? ¿Que me defendiera sola? —Que lo hicieras con tanta rabia… y tanta belleza al mismo tiempo. Ella lo miró. Durante un largo momento, ninguno dijo nada. El mundo afuera pasaba a velocidad. Pero adentro, el tiempo se detenía. —¿Sabes por qué vine contigo? —preguntó ella, al fin. —Porque querías escapar. — contestó él. —No. Porque vi cómo me miraste… cuando pensaste que no te veía. Como si no estuvieras viendo a una víctima… sino a una igual. Darian bajó la velocidad. Detuvo el auto en una zona segura. Oscura. Silenciosa. Se volvió hacia ella. —¿Y qué ves tú cuando me miras? —A alguien que también está hecho de fuego… pero aprendió a no quemarse. Darian se inclinó lentamente. Ella no se apartó. Sus rostros se acercaron, y cuando sus labios se tocaron, no fue un beso suave. Fue una promesa. Un pacto entre sombras. Una advertencia al mundo. Cuando se separaron, él le acarició la mejilla. —Esto apenas comienza. —Lo sé —respondió ella—. Y esta vez… estoy lista para todo. ===/=== «Será un nuevo renacer para Aelin: el inicio de su entrenamiento físico y mental, su introducción oficial al mundo de Darian —lleno de secretos, aliados letales y códigos de guerra—, y el momento en que Aelin empieza a reconectarse con su esencia como asesina y estratega. Ya no es la prometida traicionada. Ahora es una mujer que está preparando su regreso... y su venganza. También verás más química con Darian, pero desde una nueva perspectiva: respeto mutuo, atracción entre iguales… y una tensión que no necesita palabras»