Roma
bajo el cielo estrellado y la luna en su máximo esplendor al oír sus palabras habían roto mi corazón.
— Y Valentina? pensé que ella estaría aquí, con eso que le encanta estar detrás de ti — Oi a su amigo decir con burla
— No quiero que ella sea mi compañera, quiero alguien más alguien que esté a mi nivel, la quiero mucho, de verdad lo hago pero ella es poca cosa para alguien como yo, yo merezco más que una simple humana instalada en la manada— Lo había oído decir, su amigo soltó una carcajada llevé mis manos a mi boca cayendo así el ruido que estaba por salir de ella
escuché lo que jamás pensé oír, me llene de rabia de dolor.
Alaric llegó a mi mente, Alaric me había ofrecido ser suya, recordé aquellos ojos oscuros que me daban algo de miedo ofreciendome ser su joya de la corona.
no...
¿o si?
No sé si estaba tomando la mejor decisión, quizás estaba por venderle mi alma al diablo.
Ayudaría a su hermano a mantener lo que tanto deseaba Alan la manada.
Yo solo quería venganza quería hacerlo sentir como yo me sentía, lo que no esperaba era descubrir muchos secretos que él y su familia me ocultaban, no esperaba descubrir que me había metido en las garras del lobo y que ese lobo me cuidaría con su vida, no esperaba descubrir que alaric no era la persona que yo creía pero que me había convertido en el ancla del lobo más peligroso de la historia
Estábamos destinados a estar juntos tarde o temprano mientras que la guerra se acercaba ¿Llegué a tiempo para evitar que su corazón se oscurecieran se endureciera?
¿Llegó el a tiempo para demostrarme que no todos son iguales?