El Arrepentimiento del Alfa tras Elegir su Primer Amor, pero Yo Morí por Él
Cuando solo me quedaban tres meses de vida después de recibir una puñalada dirigida a mi esposo Luciano, hecha con una daga maldita, Lilia, —su primer amor—, regresó.
Ese día, soportando el dolor preparé una cena para celebrar nuestro aniversario, pero él no regresó, ya que estaba teniendo un encuentro apasionado con Lilia, en su coche.
Cuando fui sola al hospital a comprar mis medicamentos, él estaba acompañándola en su consulta de embarazo.
Fingí no darme cuenta, y me limité a seguir interpretando en silencio mi papel de esposa perfecta. Como regalo de aniversario, le escribí cuatro cartas.
Después de mi muerte, cuando finalmente las leyó, perdió por completo la razón.