Dianne Hertz, una hermosa chica con el IQ más alto en el estado Tennessee, se gana una beca para estudiar en la más prestigiosa universidad New York, el Columbia University. Bella, cuerpo increíble, carismática, se hace amigos inmediato, por cosas la vida, su futuro novio la atropella por ir discutiendo con su ex por celular y allí comienza un amor que ella no pretendía, porque sus metas eran otras. La lleva a la clínica Carter, propiedad sus padres, cruza su mirada con el padre su novio, el Doctor Adam Carter, que le impacta en todo su ser, un hombre que emana sensualidad por sus poros, pero está enamorado locamente su esposa, sin embargo, sucede una tragedia que dejara a estos dos seres carta blanca para realizar lo que el destino escribió en su libreta de amor. Dianne está decidida a probar ese cuerpo que la tiene loca de deseo y barrerá con cuanto obstá encuentre frente a sí, será tan genial que estará en la boca del lobo haciendo lo que quiere, sin que la dueña de semejante Dios griego siquiera sospeche que se lo están cogiendo en sus propias narices.
Ler maisHola, me llamo Dianne Hertz y la historia que te voy a contar es algo difícil, pero me enamoré, del padre de mi novio, parece mentira, las cosas como se presentan y yo, pues, vi mi oportunidad, la tomé y hasta hoy no me arrepiento y jamás me voy a arrepentir.
Bueno, aquí va el principio de esta historia de amor, sexo, engaño, mentiras, verdades y demás, llegué a New York directamente al barrio de Queens, asistí a una de las universidades más prestigiosas de New York, Columbia University, estaba con beca total, era una chica prodigio, recién cumplía 18 años y ya estaba en 3.º de Medicina, había hecho exámenes y estaba muy adelantada fui recibida con cariño por todos en el salón de clases.
Ah, pero los galanes estaban a la orden del día, también era buena jugadora de Básquetbol, entonces me metí al grupo y en dos meses era la capitana, me iba muy bien, tenía algunos pretendientes, pero me hacía del rogar por motivos de tiempo y estudio.
Sin embargo, sucedió un buen día que al salir al estacionamiento para regresar a casa en mi auto, otro había salido ya y el conductor venía distraído con su celular porque se escuchaba que gritaba palabras soeces, se notaba que estaba disgustado el que manejaba y alcanzo a frenar, pero me golpeo y Él tuvo la culpa porque ya se había prendido el foquito rojo de aviso para que parara su auto y yo caminara al mío y por estar enojado contestando su móvil, no se fijó en la luz roja.
Me golpeo y me lanzo unos tres metros adelante, me golpee, aun así, mi ropa gruesa me protegió un poco y no me raspe mucho, solo el antebrazo un poco, pero me dolía, vi que se bajó a toda prisa para ayudarme, había dejado el celular, cuando se acercó lo reconocí era Joseph Carter mi compañero de aula y expreso.
—Perdóname, por favor, perdóname, venía… Oh, qué estupidez la mía… Yo tuve la culpa, perdóname Dianne
Me ayudo a levantarme y me reviso, solo tenía ese rasguño y me dijo sutilmente
—Ven a mi auto, por favor, tengo un botiquín ahí
Me senté en su auto y Él estaba sacando algodón, un frasco de alcohol y se escucharon gritos que provenían del celular, lo agarro y lo apago, al momento volvió a estar timbrando y ya no contesto mientras decía mirando el pequeño rozón.
—Ya está limpio, ahora voy a desinfectar, va a doler un poco y después te tapo—me lo dijo atribulado, nervioso
—Sigue, así está bien, parece que ya sabias de esto, lo haces muy bien
—Mi padre me enseño desde niño, para situaciones como esta, jejeje
—Joseph, una pregunta indiscreta, ¿con quién discutías?, porque eso venías haciendo cuando me atropellaste
—Oh, eh… con mi exnovia, hace más de un mes la terminé y quiere regresar, pero no, ya no regreso jamás con ella y ella es quien llama a cada momento, ya ves allí, está otra vez —lo dijo cuando el celular empezó a sonar de nuevo
—¿Quieres que te ayude a que deje de molestarte? —le dije divertida con una gran sonrisa, me dio el celular sonriendo también y dijo —es una celópata, por eso la terminé
—Mejor para mí, bien aquí voy— Tome una gran bocanada de aire y entonces conteste el celular
—Aló,¿quién habla al celular de mi novio? —del otro lado escuche un horrendo grito de mujer
—¿Qué dijiste?, ¿quién eres?, ¿cómo que su novia? —sus gritos eran histéricos
—Pues sí, Joseph es mi novio y ¿quién eres tú que gritas como histérica?, te advierto que yo no voy a permitir que a mi novio lo atosiguen exnovias expulsadas y despechadas, así que ya estás advertida —y le cerré la llamada, nos miramos a los ojos y soltamos sendas carcajadas.
Nos quedamos unos momentos más conversando, Joseph me narraba la nefasta odisea de su noviazgo con Estela, me dijo que jamás imaginó que ella sufriera de esa enfermedad de los celos. Al comienzo no demostraba nada, por eso, continuo con su amorío, sin embargo, al pasar de los días, comenzó a notar que lo vigilaba, que lo atosigaba, que le vigilaba las llamadas, los mensajes.
Ya las cosas se fueron subiendo de tono, no podía saludar con alguna compañera de aula porque trataba de agredirla y golpearlo a Él, lo insultaba, le faltaba el respeto, todo era un caos. Su vida se fue tornando en un mar de lágrimas, de reclamos, de insultos, de agresiones, de prohibiciones, hasta las salidas con sus padres le parecía a ella que escondían traiciones a su amor de parte de Él.
Verlo como se ponía al contarme todo lo que le había sucedido mientras estaba de novio con ella, me parecía que Joseph no se merecía ese maltrato, esa mujer no era su dueña, estaba loca, debería irse a un hospital psiquiátrico para que la trate o la revise un psiquiatra.
Un momento lo abracé para darle apoyo, su vida se había trastornado con la presencia de esa mujer y a pesar de ya no ser nada, seguía atosigándolo, molestándolo, eso no era posible que continuara pasando.
Cuando me moví me dolió el raspón y me queje, de inmediato Joseph me sugirió que mejor vayamos a la clínica de sus padres para que me revisaran bien, por si acaso algún mal golpe. Mientras el auto recorría las calles, otra vez sonó el celular, pero esta vez ninguno contestó para evitarnos el estrés, mejor íbamos cantando unas canciones de la radio del auto. Nos mirábamos a cada rato, sonreíamos, yo me sentía alegre, feliz a pesar del dolorcillo en mi cuerpo, Joseph me indicó que ya estaaamos muy cerca de llegar a la clínica Carter, entonces fui alistándome para conocer a sus padres.
Este es el primer encuentro donde consigue novio sin buscarlo y llevará a Dianne a sentir el remesón de la seducción
Los mellizos fueron creciendo con el amor paternal y maternal, a pesar de que tenían nanas, porque ambos debían trabajar a full, pero siempre con el consejo de Dianne, que les dieran tiempo de calidad a sus hijos y que el domingo es sagrado para la familia, para conversar, jugar, divertirse, amar a sus hijos y pareja, paseos y demás.A veces quedaban toda la familia para ir a una hacienda propiedad de los patriarcas Carter, allí montaban a caballo, ayudaban a dar el alimento a las reses, caballos y demás, hasta aprendieron a ordeñar vacas a lo rústico, porque usaban tecnología para eso.Algunas veces jugaban a la carrera de la cuchara con un huevo y las risas eran contagiosas, los mellizos se reían de su abuelo Adam que siempre se le caía el huevo de la cuchara, pero su padre casi siempre ganaba, Él y Dianne siempre ganaban el uno o el otro y la competencia era muy reñida porque se empujaban entre ellos, pero alguno dejaba caer el huevo y el otro ganaba, las risas eran tremendas allí.
Pasaron una la luna de miel feliz, haciendo el amor cada noche, ahora era más excitante, ya que al estar sin impedimentos las sensaciones eran más fuertes, su amor se demostraban cada que podían, Joseph la miraba y comentaba.—Jamás pensé amar como te amo, te miro y veo a una princesa hermosa que me amaJuddy lo besaba feliz de escucharlo como la halagaba cada vez que podía, a veces observaban a la otra pareja, nunca dejaban de demostrarse amor a cada momento y Joseph le comentaba a su esposa, que cuando los miraba, era como observar de nuevo a sus padres haciéndolo y eso lo hacía muy feliz, pero quería ser como su padre que amaba intensamente, amaba a su esposa como si no existiera el mundo, como si no existiera nadie a su alrededor, eso quería.Cuando regresaron de la luna de miel llegaron a la mansión de los Carter, pero sus abuelos le tenían una sorpresa, Adam Carter, el abuelo de Joseph, tomo la palabra.—Mi nieto querido y mi ahora nieta querida también, les tenemos de parte de
El día de la boda a los pobres novios los tenían en el corre, corre, Joseph con sus abuelos encima como su padre, al final revisando que esté bien equipado y a Juddy su madre, las abuelas de Joseph, que le acomodaban el vestido, se habían organizado bien para ayudar a las dos novias para estar listas para la boda.Cuando terminaron vieron su trabajo bien hecho, todos los novios estaban listos ya, se los llevaron a escondidas muy rápido para que estén listos en el altar esperando a sus prometidas, allí en el altar se miraban padre e hijo, a veces Adam le arreglaba el corbatín que se movía mucho con los nervios de punta que tenía Joseph, que se la pasaba solo mirando en la entrada para ver si aparecía su novia amada.Cuando la miró entrar toda hermosa, espectacular, su mente divago a esos momentos candentes que tenían de vez en cuando, pero ahora ella venía de brazo de su padre y futuro suegro sonriente muy feliz, cuando llego junto a Él, tomo su mano con delicadeza mirándose a los ojos
Cuando Joseph se fijó por primera vez en Juddy fue cuando Sergey la empujo y cayó al suelo, le dolió verla de esa manera tan frágil, así comenzó su amor a crecer, a olvidar el amor que le tenía a Dianne, un amor que más parece que fue ilusión del momento, porque enamorarse en un instante no puede ser, en cambio, con Juddy ya se conocían, pero no se daba cuenta de que le gustaba, tuvo que venir alguien más a abrirle los ojos y esa fue Dianne la mejor amiga de Juddy que planeo sus encuentros para avivar más y más ese amor escondido.Cuando Joseph le pidió que sea su novia, Juddy sintió que todo su ser saltaba de alegría, su amor era correspondido por fin, llamaba por el celular a Dianne para conversarle todo, esa era la amistad entre ellas sin secretos, le enseñaba cómo debía comportarse con Él, como tratarlo, iba de vez en cuando a su casa para enseñarle cositas sexuales por si se casaban y le pidió que llegue pura al matrimonio que eso afianzaría más el amor de los dos.Juddy la escuc
La familia Collins, liderada por Carl Collins, exportadores e importadores de Insumos médicos, tenían ya una relación de muchos años con los Carter, amigos desde la infancia, sus contratos siempre fueron muy jugosos dada la importancia a nivel Gobierno por parte de los Carter, eran más que socios, amigos personales, cuando los patriarcas dejaron la empresa a sus hijos, dos de ellos la tomaron a su cuenta y potestad no el último hijo que no le llamaba la atención los negocios, sino la educación, amaba enseñar, era su vocación.Pero sus hermanos posesivos y amorosos lo protegían de todo y de todos, para ellos Albert era su niño mimado, sus padres no estaban muy de acuerdo con su gusto por la enseñanza, pero respetaban sus ideales.Los Collins, personajes de alcurnia ganada desde antaño, por eso cuidaban de sus integrantes, cuidaban su prestigio, su apellido, su nombre.Sin imaginarse que sus vástagos tendrían una batalla campal entre ellos, que sus apellidos chocarían sin saber de la am
AÑOS DESPUÉS—Adam vigila a Dianne por favor, hoy tienen libre las niñeras y estos niños se escondieronme agachaba por todas partes a buscarlos—Si amor, yo la cuido, a ver Dianne venga con su papá que la adora—Papi te amo, mira, ya sé usar el celular, mira una selfiPuso el celular bajo su faldita y me reí viendo a Adam presuroso a impedir que se tome una selfi de sus partes privadas, la agarro abrazándola cariñoso y soltó mirándome.—Creo que sí va a ser pervertida como la madreY Dianne pataleaba diciendo—Papi, yo tengo derecho a tomarme fotos, es mi celularAdam me observo risueño e inquirió—Lo dicho, rebelde, oh sí, rebelde nos salió, pero mi amor chiquito, aquí está tu padre que no dejará que tu rebeldía nos domineMirando todo ese cuadro de sentimientos de padre a hija, me sentí tan llena, el dinero no importaba para nada, esto es un tesoro, la vida que tengo el amor de todos, pero fui atrapada por dos niños que aprovecharon que estaba distraída mirando a su padre y hermana
Último capítulo