Señor Stone

Desde pequena, eu sabia que meu futuro companheiro perfeito seria um dos dois candidatos a Alfa: Mitchell ou Jax. Mesmo com todo o orgulho de Alfas que eles tinham, nunca duvidei desse destino traçado. Os anciãos da alcateia sempre diziam que era natural para os candidatos a Alfa focarem em se tornar mais fortes e em controlar a alcateia. Minha mãe, Lyra, até me dizia que cada briga brutal que eles tinham era para que o vencedor pudesse me dar, sua Luna, a honra máxima. Isso, até que eu e Elara, aquela Ômega errante que haviam acolhido, fôssemos emboscadas e capturadas pelos nossos velhos inimigos, a alcateia Nightshade. Mitchell e Jax tinham apenas o suficiente da erva curativa Moonpetal para salvar uma de nós. E ambos escolheram salvar Elara. Para me salvar daquele fogo, fui obrigada a forçar uma transformação. A sobrecarga de poder foi demais. O calor distorceu meus ossos faciais, deixando-me desfigurada. Depois que me arrastaram para fora, como um pensamento secundário, vi aqueles dois futuros Alfas chorando por Elara, que não tinha sequer um arranhão. "Graças à Deusa da Lua, Elara, você está viva." "Assim que resolvermos quem será o novo Alfa da Blackwood, quem quer que seja, lhe dará o lugar mais honrado logo abaixo da Luna, Elara. Não se preocupe. Vamos lhe dar o melhor de tudo que nossa alcateia tem, para garantir que você nunca mais sofra." "Elara, você é a verdadeira Luna em nossos corações." Quando recobrei a consciência, cortei esse vínculo de companheiros para sempre. Promessas vazias e um destino esmagado? Já tinha passado dessa fase. Mas, depois que fui embora, eles ficaram perto da minha caverna todos os dias, implorando para que eu voltasse.

Isaac nunca ha tenido trato con sus sobrinos, pero a petición de su hermana y para conseguir las acciones de la empresa que su hermana poseé decide hacerse cargo de ellos mientras ella viaja para cuidar de su suegra que tuvo un accidente. Lo que no tenía idea es que se volvería loco en la primera hora de cuidarlos, que su apartamento se volvería un caos y que tendría que recurrir a su asistente personal, Dahlia, que lo detesta, para que le ayude con el cuidado de ellos. ¿Qué sucederá cuando le toque convivir con su jefe por todo un mes fuera del trabajo?

Después de siete años juntos, Ana Vargas descubrió que todo el amor que le daba a su hombre no podía competir contra la adrenalina y la excitación de probar lo prohibido que otra mujer provocaba en Mateo Herrera, su novio. Lo más irónico del asunto era que Ana era psicóloga de profesión y se ganaba su dinero como consejera matrimonial salvando relaciones ajenas, aunque, muy a su pesar, no pudo evitar que la suya se destruyera. Pero un día tuvo el suficiente valor de enfrentar la realidad y cancelar la boda. —Te vas a arrepentir de esto, Ana —le dijo Mateo con una mirada sombría. Todos esperaban verla sufrir y convertirse por completo en el hazmerreír. Pero, entonces, alguien la abrazó por la cintura desde atrás, y apoyo el mentón en su hombro mientras le susurraba: —¿Quieres saber cuál es la mejor venganza que puedes darle? —Hizo una pausa—. Cásate conmigo. Así serás su tía.

Charlie Wade era el yerno que todos despreciaban, pero su verdadera identidad como heredero de una familia prominente seguía siendo un secreto. ¡Juró que algún día, aquellos que lo rechazaron se arrodillarían ante él suplicando por su misericordia, eventualmente!

El día de mi boda, la ex novia de Miguel Urquiza, Ximena Ruiz, amenazó con lanzarse desde lo alto de un edificio. Él la ignoró y continuó con nuestra ceremonia, hasta que ella realmente saltó. Después de eso, Miguel se metió a monje de monasterio y me hizo copiar miles de sutras, arrodillarme en cientos de escalones y me torturó hasta que perdí a mi hijo. Ese día le pedí el divorcio, pero se negó diciendo que yo también era culpable y teníamos que expiar juntos. Me obligaba amenazándome con mi familia, hasta que desgastó mi vida. Por eso, cuando renací, lo empuje al lado de Ximena. Ahora yo me convertiré en su verdadero amor que lo llevará a ponerse los hábitos.

El día del cumpleaños de mi hijo, mi marido pidió a su primer amor que viniera a casa a recogerlo. Me negué obstinadamente a dejarle ir y, durante el forcejeo, se produjo un incendio en el pasillo. Me golpeó una losa de piedra que caía y me sangraba la cabeza, pero mi hijo estaba protegido por mí y resultó ileso. Cuando mi marido bombero acudió a rescatarnos, cogió la única máscara antigás y se la dio a su primer amor. — Tía Linda no está bien de salud, papá, sácala a ella primero, mamá, ¡espera a que vengan los otros a salvarte! Los vi marcharse y sonreí con amargura. Todos parecían haber olvidado que yo tenía asma grave y que sin la máscara antigás, moriría.

Fabián un artista reconocido tenía la vida que cualquiera hubiera soñado,una esposa que el amaba más que a nada pero sin embargo nada es para siempre por azares del destino se separan, pero la vida se encarga de reunirlos de nuevo muchos años después, haciendo que Fabián olvidará su rencor y pensará el gran amor que le tuvo a Danna

Han pasado años y dolor desde que Elianna Aranda y Elijah Bernstein se separaron, ella retomo su vida que le ha dado un nuevo rumbo y un nuevo amor, pero cuando menos lo espera su mundo se sacude, dejándola de nuevo frente a Elijah, si el corazón te ha fallado prefieres no seguirlo ni escucharlo más, pero si sigues solo a la mente terminaras sintiéndote vacío, un par de seres heridos que rechazan lo que sienten están destinados a volver hacia a aquel pasado que habían quedado muy atrás ¿Qué hacer? ¿Cómo poder resistirse? En donde hubo fuego cenizas quedan, y como el ave fénix habrán de resurgir de aquel incendio nunca apagado completamente.

Con apenas trece años, Sara es abusada sexualmente por un extraño. A partir de ese momento, un futuro ínfimo e infecto le aguardará a la distancia, en el cual sufrirá interminables tormentos que drenarán su vida de forma paulatina.

La noche en que Lucas estaba con su amante, Clara murió de forma trágica. La Muerte le concedió siete días para volver y cumplir su único deseo: divorciarse de Lucas. Romper todo lazo con él. Y no volver a cruzarse jamás. Ni en esta vida, ni en la otra.