Señor Stone

Morí el día que gané el Gran Premio Mundial de Doctorado en Medicina. A las tres horas de mi muerte, mis padres, mi hermano y mi prometido acababan de regresar a casa tras la fiesta de cumpleaños número dieciséis de mi hermana. Mientras ella publicaba en las redes sociales una foto familiar celebrando su cumpleaños, yo yacía cubierta de sangre en el sótano cerrado y sin ventilación, intentando deslizar la pantalla con la lengua para hacer una llamada de auxilio. Entre mis contactos de emergencia, solo mi prometido respondió—lo que significaba que mis padres y mi hermano habían bloqueado mi número. Cuando contestó, solo dijo: —Isabela, la fiesta de cumpleaños de Camila es muy importante. No vuelvas a intentar atraer nuestra atención con excusas inútiles, y deja de hacer berrinches. Colgó, apagando la última chispa de esperanza de mi supervivencia. Mi corazón dejó de latir al ritmo del tono de ocupado. Era la centésima vez que elegían a mi hermana, la centésima vez que me abandonaban. Me decepcionaban… y esta vez sería la última. Estaba tendida en un charco de mi propia sangre, sintiendo cómo cada respiración se hacía más débil… Creían que, una vez más, huir de casa era solo mi manera de desahogar mi descontento, y pensaban que bastaría con regañarme para que, como en las 99 veces anteriores, regresara sin protestar. Pero esta vez no sería así. Porque no me fui de casa. Siempre estuve… en el sótano de mi propia casa.

Em 2012, a vida de Theo e Elizabeth mudou para sempre com a morte brutal de sua mãe, Mariana. Oficialmente, foi um trágico acidente. Mas eles nunca acreditaram nessa versão. Anos depois, a verdade bate à porta. O caso é reaberto, e os irmãos mergulham em uma perigosa investigação que desenterra segredos sombrios sobre a mulher que os criou. Desde então, eles tentam juntar as peças de um quebra-cabeça distorcido por mentiras. Entre desconfianças e verdades ocultas, cada nova descoberta os aproxima da verdade — e do perigo. Quanto mais se aproximam da verdade, mais percebem que estão lidando com algo muito maior do que imaginavam. Agora, Theo e Elizabeth não apenas buscam justiça—eles precisam sobreviver. O assassino de Mariana nunca desapareceu. E está mais perto do que eles pensam.

Mi pareja Raúl y yo teníamos un hijo de ocho años. Por otro lado, Sara Madroño, quien había sido el primer amor de Raúl, también tenía un hijo de la misma edad. El hijo de Sara mató a un lobo inocente. En lugar de que el niño enfrentara la ley de la manada, mi pareja le pidió a nuestro propio hijo que asumiera la culpa de lo que había hecho el hijo de Sara. —Marcos solo cumplirá cinco años en la Prisión de Plata —me gruñó Raúl—. ¡Sara y Jamie no tienen protección, el exilio los mataría a ambos! ¡Nuestro hijo es lo suficientemente fuerte para sobrevivir a esto! Mientras Raúl se apresuraba a llevarlos al extranjero de vacaciones para escapar de la justicia, los guardias de sus padres arrastraron a nuestro cachorro inocente a prisión. Para cuando Raúl regresó, yo ya había desaparecido.

En la oscuridad del amor, el deseo se vuelve insignia de entrega y rendición. Mi querida dama, este diamante rojo simboliza tu fuerza, pasión y el pecado implacable que rodea tú mirada de hada herida. Nuestros corazones eran uno solo incluso antes de ser mía. Con amor: N. F ¿Quién es? No lo sé. El me conoce, sabe lo que hay en mí, pero yo no lo conozco. Me ha reclamado como suya, enlazando nuestros destinos sin decirme, sin pedirme permiso. Ha doblegado mi voluntad a la suya y no piensa soltarme. Él me quiere. Me ha sometido a su juego, no puedo hacer más que buscar lo que me ha robado. Si lo alcanzo, me libero. Si el gana, soy suya. Siempre ha estado un paso adelante, siempre en las tinieblas, pero nunca oculto. En la oscuridad de un ardiente deseo, el amor puede ser la única salvación.

Quenarra Muller, o Nara, era la esposa legítima de Bastian Arshino, un apuesto heredero de una famosa empresa. Sin embargo, su vida matrimonial se derrumbó cuando Bastian trajo a casa a Veni Caroline, una mujer astuta que afirmaba estar embarazada de su marido. Bastian traicionó a Nara sin piedad, solo porque Nara había sido diagnosticada como estéril. Y eso que solo llevaban un año casados. En lugar de retirarse, Nara decidió aguantar. Su actitud tranquila frustraba a Veni, que seguía siendo considerada una amante, no una esposa legítima. Pero detrás de esa calma, Nara esconde un plan. Ella no es una mujer cualquiera: es una princesa cuya identidad se mantiene en secreto. Y no se queda de brazos cruzados. Planea vengarse utilizando sus contactos. ¿Conseguirá Nara vengarse de quienes le han hecho daño? ¿Es cierto que Nara es estéril?

En el sexto año de amar a Diego, le pregunté: —Diego, ya casi es julio… ¿no deberíamos hacer la ceremonia de marca? Se quedó inmóvil. Bajó la mirada con el gesto tenso, como si le costara trabajo encontrar las palabras. —Fiona, tú sabes que soy el Alfa de la Manada Bosque… y últimamente todo está muy complicado allá. No tengo cabeza para pensar en la ceremonia ahora… —Está bien. Diego, como era de esperarse, había olvidado nuestra promesa. Sonreí con calma, sin sorpresa. Aunque llevaba días preparando en silencio esa ceremonia, ya me había entrenado para resistir la decepción. Que olvidara algo tan importante solo confirmaba lo que en el fondo ya sabía: que para él, yo nunca fui tan esencial. Y si así eran las cosas… entonces era mejor irme.

Ela esteve casada com ele por três anos. Quando ela atingiu o auge, começou a rejeitá-lo por sua preguiça e inutilidade, chegando a pedir o divórcio. O que ela não sabia é que tudo que tinha, tinha sido dado por ele.

Aiden Wolfe é um bilionário implacável, acostumado a vencer em todas as batalhas que escolhe travar, nos negócios e na vida. Arrogante, dominante e irresistivelmente sedutor, ele nunca ouviu um "não" que não conseguisse transformar em "sim". Mas tudo muda quando conhece Ivy Carter, a única mulher que ousa desafiá-lo sem medo. Determinada e orgulhosa, Ivy passou os últimos anos convencida de que o amor era uma mentira. Depois de ser traída por seu namorado de quatro anos, ela construiu muros altos em torno do coração e prometeu a si mesma nunca mais se perder por ninguém. Mas Aiden não é do tipo que aceita ser ignorado. Para ele, conquistar Ivy se torna uma obsessão. No entanto, o que ele ainda não entende é que há coisas que o dinheiro e o poder jamais poderão comprar, e Ivy é uma delas. Aiden e Ivy descobrirão que, para conquistar alguém de verdade, não basta vencer... é preciso se render

Helena é uma mulher caseira que dedica a maior parte de seu tempo ao trabalho, mas se vê em um grande impasse quando sua vida pacata se torna conturbada ao receber um convite inesperado para ser madrinha do casamento de sua prima de primeiro grau. Sabendo que não pode recusar o convite de sua quase irmã, é obrigada a aceitar por mais que seus pensamentos e coração grite para recusar. O grande problema é que Helena tem apenas três meses para arrumar um padrinho digno de ser apresentado a sua família como namorado, já que o último, além de aproveitar da fragilidade de seu coração pela morte do seu noivo, a traiu descaradamente. O que ela não esperava era conhecer um CEO mal-educado, arrogante e mesquinho que torna os dias de sua vida completamente conturbados e caóticos.

No sétimo ano de casamento, Cecília Lacerda descobriu que o marido, Vinícius Azevedo, tinha um filho de seis anos. Se escondeu atrás do escorregador do jardim de infância e viu Vinícius se inclinar para abraçar um menino pequeno, rindo com ele. — Papai, você demorou tanto para me ver de novo. — Querido Lulu, o papai tem trabalhado muito. Você precisa escutar bem a mamãe, tá? As palavras caíram sobre ela como um estrondo. Ficou imóvel, a mente em branco. Um homem e um menino, semelhantes até nos traços mais sutis. Tudo gritava a mesma verdade: o homem que jurou amar para sempre já a havia traído há muito tempo. Eles eram amigos de infância, companheiros de tantos anos. Um dia, ao salvar ele, ela foi atingida no ventre por uma faca — perdeu o filho que carregava e, com ele, a chance de ser mãe. Naquele momento, Vinícius se ajoelhou ao seu lado, os olhos vermelhos, e disse com a voz trêmula: — Não quero filho nenhum. Quero apenas você. A lembrança daquele juramento ainda ecoava em seus ouvidos. Mas a cena diante de si reduzia tudo a pó.