Destinados
Era un día lluvioso.
Ella solo quería acabar con el tacto tortuoso de Bryce, un cotizado millonario que se casó con ella, y que no estaba dispuesto a dejarla ir sin antes pagar por la traición que le hizo, haciendo que se rindiera ante el monstruo que era, y que la hacía suya una y otra vez.
—No quiero volver a verte.
—Fue culpa de ella...
—Es una lástima, tienes que pagar un alto precio por ello.
Dos años después, América regresó siendo una importante empresaria, pero encontrarse con quien seguía siendo su esposo, suponía una sola cosa; problemas y un divorcio que Bryce no estaba dispuesto a darle, cuando se da cuenta de que la niña de ojos verdes que ella carga en brazos, es suya.