EL PLACER DE LA VENGANZA
Difícil es superar  hecho  haber entregado por completo  corazón y que te lo hayan pisoteado a su antojo, las deudas deben saldarse y ella está por cobrar una muy antigua. Le debe lágrimas y mucho dolor.
Emely, era una chica buena, dedicada a sus estudios y su sueño de progreso y superación. Su mayor miedo es que vuelvan a romperle el corazón, está determinada a mantener relaciones en las que los sentimientos no se vean involucrados.  
¿Un amor bonito?, ya lo tuvo y no funcionó. 
¿Algo formal?, ya lo tuvo y tampoco funcionó.
¿Ser la prometida ilusionada que prepara con dedicación su matrimonio?  Ya pasó por allí y el solo recuerdo hace subir un sabor amargo a su boca.  
No estaba dispuesta a atravesar nuevamente todo aquel dolor, toda aquella humillación, por supuesto que no. Sin embargo, hay cuentas pendientes, ofensas que no han Sido cobradas, facturas sin cancelar, dolor y lágrimas que debe cobrar. 
Dicen que no hay peor furia que la de una mujer herida, y es cierto. Porque algunas actúan por impulso y amargura, otras, toman el tiempo para planificar una estocada que sea mortal, al menos emocionalmente hablando