Capítulo — Regreso con fuego
La lluvia empezaba a caer de nuevo sobre la piscina cuando Samuel llegó al hotel.
El guardia apenas alcanzó a anunciarlo.
—¿Señor Samuel, usted tiene permiso para entrar?
—Victoria me llamó.
—Entonces puede pasar, amigo —le dijo el guardia, dándole un apretón de mano—. Ojalá vuelvas, se te extraña.
—Gracias.
Entró rumbo a la piscina, donde le avisaron que ella estaba.
Victoria seguía allí, con el rostro mojado y las lágrimas confundidas con las gotas del cielo.
El pensamiento todavía le dolía:
“Mamá, voy a perder a un gran hombre por mi idiotez.”
Cuando lo vio entrar, el corazón le dio un vuelco.
Samuel se acercó sin decir una palabra.
Ella tembló al sentirlo llegar, olió su perfume y se estremeció.
Tenía tantas cosas que decir que ninguna parecía suficiente… y solo pudo decir:
—Perdón.
Samuel la miró, sorprendido, sin entender si lo que había oído era real.
—¿La mujer de hierro pidiendo disculpas? —dijo con una media sonrisa, intentando qu