Capítulo7 — Bajo el mismo techoLa mansión Montaldo, acostumbrada al eco de pasos distantes y recepciones de gala, se había convertido en un espacio distinto. Ya no era escenario de fiestas ni de reuniones con empresarios y amigos, sino un lugar en remodelación. El primer piso estaba lleno de barandas nuevas, rampas, alfombras antideslizantes. Todo olía a madera recién cortada y a pintura fresca.Victoria recorría los pasillos con los brazos cruzados, chequeando cada detalle. Samuel, en camiseta blanca y jeans, sostenía una caja de herramientas mientras ajustaba un barandal. Era un contraste extraño: ella, la Reina de Hierro, impecable hasta en la comodidad del hogar; él, el falso esposo, de rodillas en el suelo, asegurando la casa para un hombre que no era su padre, pero que lo trataba como si lo fuera.—Faltan los protectores de esquinas —señaló Victoria, con esa voz firme que parecía un informe más que una observación.Samuel se limpió el sudor de la frente.—Mañana los coloco. Hoy
Leer más