El CEO que fue abandonado.
—¿De qué querías hablarme, mamá? —Preguntó Anya tomando asiento bajo la pérgola. Isabel la imitó y se sentó a su lado.
Soltó un suspiro y se mentalizó para decir lo que llevaba tiempo pensando.
Tomó las manos de su hija, en un intento de hacerle entender que no era cuestión de poder o estatus, no tenía nada que ver con Edward o Stella, esta vez. Simplemente era una pregunta que se venía haciendo desde hace mucho tiempo.
—¿Qué sucede, mamá? —Preguntó Anya nuevamente frunciendo el ceño, pero sintiendo como el calor del cuerpo de su madre la reconfortaba.
—Anya, mi pequeño solecito. —Susurró amable y algo nostálgica—. ¿Eres feliz? —Preguntó finalmente , dejando a Anya sin palabras.
—¿Por qué preguntas eso de repente, mamá? —Inquirió Anya con voz quebrada, al igual que su corazón.
—Esta pregunta se ha estado repitiendo en mi cabeza desde que te perdí, pero ahora es aún más fuerte y recurrente. —Susurró viendo los ojos acuosos de su hija—. Porque he escuchado los rumores sobre el matrimon