CEO vs CEO.
El camino de grava crujía bajo sus suelas, un sonido que solía parecerle elegante, ahora parecía avisar su presencia sin que él lo deseara.
Ella estaba de pie, justo frente a él y sin embargo, se sentía tan lejana.
La observó moverse cuidadosamente y con lentitud, para mecer a los trillizos, aún con sus ojos llenos de lágrimas.
Edward se detuvo y Anya volvió a sentir su mirada en su espalda. Volvió la vista y lo vio, su cabello estaba desarreglado y su corbata estaba chueca, al igual que las mangas de su camisa. Y esos enormes ojos negros que antes le resultaban amenazantes, ahora se veían entristecidos, como si le hubieran roto el corazón.
Incluso la expresión en su rostro no era la que ella conocía. No era su faceta arrepentida, amorosa o de CEO cruel.
Era algo distinto, parecía un cachorro herido al que le habían quitado su juguete. Sonrió internamente al saber que eso significaba que ni siquiera él podría detener a su madre.
Por primera vez en mucho tiempo tenía esperanzas en el