Elio
Sonrío. De verdad, esta vez.
— Estás empezando a hablarme como yo.
— No. Hablo como alguien que ya no tiene miedo.
La miro fijamente.
— Deberías tenerlo.
— Debería, sí. Pero creo que eres tú quien tiene más que perder ahora.
Ella sale del coche sin esperar mi respuesta.
Y por primera vez en mucho tiempo… la miro alejarse sabiendo que tiene razón.
No me posee.
Pero me desafía.
Y si no tengo cuidado… me va a destruir por dentro. Lentamente. Brillantemente.
Y creo que la dejaría hacer.
Sofía
Pasé la noche escuchándola caminar.
Dos horas. Tres horas. Luego nada.
Solo ese silencio denso que llena la casa como una amenaza.
No duermo.
No sueño.
Pienso. Demasiado. Fuerte.
Él me llevó esa noche a un mundo que no me es totalmente extraño.
Pero pensaba, sin duda, impresionarme. Hacerme temblar.
Y yo… lo observé como una ecuación.
Sus gestos. Su autoridad. Su manera de imponerse en el caos.
Y vi lo que no quiere que veamos.
Está solo.
Terriblemente solo.
Me levanto al amanecer, incapaz de qu