 Mundo ficciónIniciar sesión
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Miraba por la ventana del auto perdida en mis pensamientos extrañaría mucho la ciudad de Nueva York pero solo sería por un tiempo además necesitaba pensar con claridad y aquí no lo haría de eso estaba completamente segura.
–Estas segura que quieres irte aún? – pregunto mi padre mirando por el retrovisor haciendo que yo me exaltará.
–Ya te lo dije papá necesito estar lejos de aquí por un tiempo – suspiré resignada. –Ademad no veo a Nana desde hace 11 años.
–Lucia tiene razón tiene que estar lejos de todo esto por un tiempo – ahora mi madre era quien hablaba en mi defensa.
–Bueno, pero prométeme que llamaras si no estás comoda.
–Lo haré papá no te preocupes estaré bien – negué con una sonrisa burlona.
–Solo son dos meses tranquilo cariño – mi madre poso una mano en el hombro de mi padre que conducía con tristeza.
–Mi bebé ya crecio.
–Papá enserio deja de llamarme así ya no soy una bebé – reproche.
–Para mi lo eres y punto.
Todos reímos al mismo tiempo. Después de 20 minutos de estar escuchando las despedidas de mis padres por fin llegamos al aeropuerto en dónde me informaron que mi vuelo con destino a los Ángeles partía en 15 minutos así que sin preámbulo de me despedí de mis padres y aborde el avión.
En el vuelo aproveché para ir al baño a cambiarme los pantalones por unos shorts, de mezclilla que quedaban a la perfección con mis tenis completamente negros.
Me mire al espejo y mi rostro lucia pálido con un par de ojeras como adornó en los últimos días no había dormido nada pensando en como resolvería este pequeño problema que tenía adentro de mi.Salí del pequeño baño que se encontraba dentro del avión y tome mi asiento, aproveché para dormir un poco ya que el vuelo duraría aproximadamente 3 horas y no las podía desperdiciar.
Desperté gracias a los suaves movimientos de la azafata que dió en mis hombros está me indico que estábamos por aterrizar y que debía de colocarme el cinturón de seguridad, con la cara aún adormilada solo pude dar un leve asentimiento con la cabeza.
Baje del avión algo mareada últimamente siempre estaba mareada pero en mi estado era algo normal o eso supongo. Recogi mis maletas en la zona de equipaje !cielos este aeropuerto si que era grande!, tarde más de 20 minutos en recoger mis dos maletas.
Salí al estacionamiento en dónde rápidamente pude identificar a mi nana, su pelo rubio y sus ojos bellamente azules me miraron y rápidamente se lanzó sobre mi para abrazarme y apapachar me solo como ella sabía hacerlo.
–¡Niña en qué momento has crecido tanto! – no paraba de verme con alegría.
–No lo se – respondí con una sonrisa tímida.
–Aah!, Ven aquí te extrañe tanto – me volvió a abrazar de una manera cálida y cariñosa.
–Yo también no tienes idea de cuánta falta me has hecho estos años – dije y no pude dejar caer una pequeña lágrima de mis ojos.
– Mi niña pero no llores mejor vallamos a casa. – Me abrazo por los hombros con una sonrisa. –¡ Sebastian, Sebastian! Ven ayuda con las maletas. – comenzó a gritar el nombre de aquel individuo al que también había extrañado.
Paramos enfrente de una camioneta blanca grande y justo de ahí bajo un joven alto, guapo, con el cabello castaño y alborotado y sus ojos esos ojos marrones que con la luz se tornan de un color miel atinandole al verde me miraron y yo a ellos los había hechado tanto de menos.
Sebastian corrió hacia mí y de un movimiento rápido me levantó en sus brazos para abrazarme.
–¡Dios Lucia! – sonrió embobado al verme y con las mejillas rojas me bajo.
– Sebastian qué gusto verte – dije con una sonrisa y valla que era un gusto el niño de siete años se había convertido en todo un hombre, guapo y maduro todo lo que una mujer pudiese desear.
–Estas hermosa – suspiro y volvió a abrazar me no pude evitar que mis mejillas ardieran en el color rojo.
–Bueno, bueno ahora sube las maletas niño – la voz de mi nana se hizo presente sacándonos a mí y a Sebastian de nuestro momento feliz.
Sebastian subió las maletas a la parte trasera de la camioneta y después los tres subimos en ella para dirigirnos a la casa de Nana.
Ella vivia a las afueras de los Ángeles en una casa cerca de la playa con todo lo necesario para poder vivir tranquilamente.....









