Capítulo XCIV
Clarissa
—¿Qué pasa hermanita?
Niego lentamente.
—No, nada, de pronto pensaba en Máximo, me pregunto cómo estará.
Maximiliano enfría la mirada.
—Hermano, Máximo es nuestro hermano —digo con voz suave, pero firme—. No debes guardarle rencor. Hemos pasado por tanto… que ya no podemos seguir cargando más odio.
Respiro hondo.
—Máximo está así por culpa de esa mujer. Ella lo envenenó, Max. Le llenó la cabeza, lo rompió, lo dañó por dentro. Todo lo que él es hoy… —mi voz tiembla apenas— es culpa de Greta.
—Máximo es el culpable de lo que pasó —Max suelta de golpe, como si llevara años reteniéndolo—. Por culpa de él la mujer que amo pensó durante cinco años que le fui infiel. Cinco años, hermana. —Aprieta la mandíbula, la mirada fija en el café que ya ni toca—. Me odió por mucho tiempo… ¿entiendes? ¿Sabes lo que es ver a la persona que amas mirarte como si fueras lo peor?
Su voz se quiebra apenas, pero no se detiene.
—Y no solo eso. Robó a la empresa. Metió a un tipo para que r