Mundo ficciónIniciar sesiónEl sol entraba con fuerza por las ventanas, pero la luz no alcanzaba a calentar el aire entre ellos.
Nina estaba en el estudio antes que Dylan, sentada en el rincón donde solía escribir, con una libreta cerrada sobre las piernas y los auriculares puestos. No se movía. No tarareaba. Solo estaba ahí, como si el tiempo la hubiera detenido justo antes de partir.
Cuando Dylan entró, lo primero que notó fue el silencio. No el de la habitación, sino el de ella. Ese tipo de silencio que no pide distancia, pero tampoco permite cercanía.
—¿Dormiste algo? —preguntó él, dejando su mochila en el suelo.
Nina se quitó los auriculares con calma. Lo miró. Sonrió apenas.
—Un poco. Lo justo.—¿Estás bien?Ella dudó un segundo. Luego asintió.
—Sí. Solo estoy... en modo transición.<






