Capítulo 51. La Parejita.
Días sin Nora Wilson. Esa era la frase que resumía mi vida ahora. Era algo tan nuevo y diferente que todavía estaba asimilando lentamente todas las cosas nuevas: la paz, el amor de Lucas, mi nuevo trabajo. Sentía que, por fin, podía respirar.
Estaba hablando por teléfono con mamá. Siempre le llamaba antes de cualquier cita importante.
—Mamá, estoy muy feliz —le dije, intentando transmitirle toda la luz que sentía.
—Ya ni vienes a visitarme, Ruby —me reprochó, pero su tono era cariñoso.
—No digas eso. Que sé que el señor John va prácticamente todos los días a verte.
Hubo un silencio un poco largo en la línea.
—¿Cómo dices, hija? Respeta.
—¿Están saliendo de nuevo? —pregunté con picardía. Tenía que molestarla un poco.
—¡Basta, Ruby! John solo es... —se quedó pensativa—. Un viejo conocido y nada más. Estoy muy vieja para esas cosas.
—Ya, ya. Mira, voy con Lucas y su tío John a la clínica, para conocer de los bebés. Espero tener la parejita.
—Ay, hija. Todavía yo vivo angustiada con eso.