Capítulo 56. El Secreto de John.
Narrador Omnisciente
Una vez que su madre, Coty, se fue de compras —con el objetivo de gastar los pocos dólares que le quedaban y aliviar el estrés—, Nora se dirigió a su habitación en el lujoso apartamento de Nueva York. Allí la esperaba Mark, su guardaespaldas y amante.
La frustración por el fracaso del plan de extorsión y asesinato se canalizó en una necesidad apremiante de dominación. Mark era su válvula de escape, el único hombre ante el que podía ser completamente salvaje sin ser juzgada.
Nora lo empujó hacia la cama con una urgencia brutal. Él se dejó caer, sonriendo con lascivia mientras ella se subía encima de él, vestida solo con una lencería de seda negra.
Sus ojos ardían con una furia y un deseo desenfrenados. Ella no buscaba ternura; buscaba el control, buscaba castigar el mundo a través de su cuerpo.
—Hazme olvidar a ese estúpido de Lucas, Mark —siseó ella, arañándole la espalda.
—Lucas es un recuerdo distante, preciosa —le respondió él, sujetándola firmemente de las cad