95. ¿Qué está pasando aquí?
El rocío matinal aún engalanaba las hojas con un brillo espectral cuando un aullido lejano, cargado de una angustia primigenia, sacudió la quietud del jardín interior. Isolde permanecía petrificada junto a Alexander, con la frente apoyada en la suya.
— ¿Qué demonios está sucediendo aquí? — La voz de Raven, cortante como el filo de una daga, hendió la atmósfera cargada de tensión.
Con una brusquedad casi violenta, Alexander e Isolde se separaron, ella bajó la cabeza algo sonrojada, él lo fulminó con la mirada, de un modo en que Raben estaba seguro que se contenía para atacarlo.
— Raven — siseó Alexander su nombre, dando un par de pasos hacia él, se podía sentir toda esa furia que estaba intentando mantener controlada — fuiste desterrado de este clan. Tu opinión es tan innecesaria como tu presencia.
— Raven es mi amigo más leal, quien veló por mí y por Rowan durante cinco años — replicó Isolde vaminando hasta donde estaba su amigo e interponiéndose entre ambos hombres como una loba pro