Capítulo 45. El inicio de la caída
La mañana siguiente a la tormenta emocional llegó con un espeso silencio. Rebecca se despertó envuelta en las finas sábanas de lino blanco, con la luz tenue entrando por las cortinas, y sin la presencia de Edgardo a su lado.
Suspiró y miró el techo con una sonrisa, había extrañado tanto a Edgardo que podía sentir como se ahogaba si no lo tenía a su lado. Como pudo se levantó de la cama, dejando que las sábanas bajaran por su cuerpo.
Tomó la camisa de Edgardo, se la puso y salió en su búsqueda. La mañana era fría, lo que significaba que el invierno ya estaba cerca, y el aniversario de la muerte de su madre también.
Llegó al despacho de Edgardo y entró. Él levantó la vista de los papeles, y sonrió al verla vestida con su camisa.
—¿Por qué no estabas a mi lado? —preguntó Rebecca mientras se acercaba.
—No quería despertarte, te veías demasiado tranquila.
—Pero yo quería despertar contigo.
Edgardo rió al verla, así que se levantó y caminó hacia donde estaba. Con cuidado la agarró de la cin