Capítulo 23. El peso de las decisiones
Hernán regresó al hotel con un solo objetivo en mente, encontrar a su hermano y hacerlo pagar por todo el daño que había provocado. Ver a su hija ahí, sin saber quién era él realmente, le partió el corazón en mil pedazos, pero debía mantenerse frío ante las circunstancias.
—Señor, su hermano se encuentra viajando a Bahía Blanca.
—Síguelo y no levantes sospechas… —hizo una pausa y caminó hasta el sofá, sentándose—, asesina a cualquier tipo que vaya por parte de Elías, y mandáselo como presente. Es hora de que sepa cual sigue siendo su lugar.
—Entendido, señor.
Hernán prendió un habano cuando su hombre salió, dirigió su mirada a la ciudad, y empezó a planificar su siguiente movimiento. Tal vez debería hacerle una pequeña visita a Edgardo Montenegro.
UN DÍA DESPUÉS
La ciudad de Buenos Aires parecía tranquila aquella mañana, pero en los corazones de quienes habitaban sus calles, las sombras del conflicto ya comenzaban a hacerse más profundas. Rebecca se encontraba en su apartament