Julieta

Tardo un rato en deletrearlo, pero cuando termino, él responde con su luz verde:

30 minutos. Patio trasero. Rescate.

¿Quiere que llegue al patio trasero? No será sencillo, pero intentaré lo que sea con tal de escapar. Treinta minutos no es mucho para planear un movimiento limpio, pero si hay que usar la fuerza, tal vez no necesite sigilo. Ya usé un arma antes, y estoy dispuesta a usar una otra vez.

Le respondo a Venedikt con un mensaje simple: OK.

Luego dejo de parpadear la luz. Su punto verde no vuelve. Solo puedo asumir que ya viene por mí, lo cual significa que debo hacer mi parte. Necesito llegar al patio trasero.

Un golpe fuerte en mi puerta me hace saltar. El vello de mi nuca se eriza y mi corazón se dispara. Ese debe ser el guardia preguntándose por qué estuve apagando y encendiendo la luz, y no tengo ninguna excusa preparada.