Mundo ficciónIniciar sesión—Reina Seraphine —su voz era fría, cortante—. ¿Aún intentas jugar a ser heroína? Sabes que no eres más que mi sombra fracasada.
Seraphine se mantuvo erguida, aunque su cuerpo temblaba. —Si soy tu sombra, Kaelith, ¿por qué temes tanto a mi luz?
Kaelith rió suavemente. —¿Luz? No es más que ilusión. Te extinguirás como todas las demás llamas pequeñas.
Alaric dio un paso al frente, espada en alto. —No la tocarás, Kaelith. Antes deberás pasar por mí.
Kaelith lo miró con una sonrisa burlona. —Ah, el caballero fiel. ¿De verdad crees que puedes protegerla de sí misma?
Alaric apretó la mandíbula. —Creo en ella más de lo que tú crees en ti mismo.
El pecho de Seraphine vibró, pero avanzó. —¡Kaelith! No volver&aacut







