Mundo ficciónIniciar sesiónAlaric la miró con calidez.
—Lejano, sí. Pero no imposible. Tú misma lo has probado, Seraphine. No solo eres su Reina... eres la razón por la que aún creen que ese mundo puede existir.
Seraphine sintió un nudo en la garganta. Apartó la vista rápidamente hacia el bosque.
—Eres demasiado bueno con las palabras.
Alaric rió suavemente.
—O quizás solo estoy diciendo la verdad.
Guardaron silencio de nuevo, uno cómodo y profundo. El sonido del fuego, el murmullo del viento y las respiraciones constantes de los soldados llenaban la noche.
Después de un rato, Seraphine giró hacia él, su voz apenas audible.
—Alaric... ¿alguna vez has tenido miedo de perderte a ti mismo en esta guerra? No me refiero a tu vida... sino a ti. A quién eres.
Alaric miró las llamas por un l







