Mundo ficciónIniciar sesiónSeraphine lo observó otra vez, con una mirada más suave.
—¿Y quién se mantiene en pie por ti, Alaric?
La pregunta lo hizo quedarse en silencio. El viento matinal sopló, trayendo consigo el olor a humo del pueblo que acababan de dejar atrás. Finalmente, respondió en voz baja:
—Tal vez ahora… tú.
Las palabras hicieron que el pecho de Seraphine se sintiera cálido y pesado a la vez. Había una gran responsabilidad detrás de ellas, pero también una confianza que nunca pensó tener.
Caminaron hasta llegar a un pequeño río al borde del bosque. Las tropas se detuvieron para llenar sus cantimploras. Seraphine se arrodilló, lavándose el rostro con el agua fría. Miró su reflejo: ojos cansados, pero más decididos que antes.
Alaric se sentó a su lado, en silencio por un momento ant







