Rafe se acercó, su rostro sombrío.
—Muchos. De los cien guerreros que defendían la línea exterior, solo la mitad regresó con vida. Algunos están críticos. Liora está haciendo lo posible, pero… no todos podrán salvarse.
Seraphine cerró los ojos con dolor, apretando los puños.
—Murieron… por mi culpa. Porque traje esta guerra a Mooncliff.
Fenris soltó una risa ronca.
—No, murieron como guerreros. Mejor caer con los colmillos en el campo de batalla que vivir como esclavos de la sombra. Tú les diste un propósito, Seraphine.
Alaric habló con voz grave:
—Los guiaste contra algo imposible. Y venciste. No menosprecies su sacrificio culpándote a ti misma.
Liora apareció, pálida y sudorosa.
—He hecho lo que pude… pero muchos no