A lo largo de mi vida había estado luchando constantemente para compensar mis defectos, tratando de encajar, de sentirme querida, y un día cuando finalmente me sentí aceptada por mi madre y mi familia, me di cuenta de que todo era una mentira. Esas palabras agradablemente dichas eran como dagas que atravesaban mi alma, recordándome que no merecía ser amada. “No eres lo suficientemente buena para su pareja”, “Nunca te amé”, “No eres ella”, “Siempre odié cuando me llamabas mamá” eran marcadores perfectos para hacerme saber que no tenía a dónde ir. Hasta que me convertí en el esclavo personal de Alfa, descubrí el secreto que lo había preocupado durante miles de años y exploré mi propia identidad, ¿quién soy? Pero a pesar de mis miedos, estaba dispuesto a luchar contra cualquier cosa que se me presentara, aunque la verdadera lucha no era contra otras personas, sino contra lo que había en lo más profundo de mí.
Ler maisMalcolm debía ganarse el cielo, a un lado de la Diosa luna ya que estaba haciendo prácticamente un milagro con su uso de autocontrol.Colocó su mano en uno de los cachetes de ella y acarició con el pulgar la comisura de sus labios.“Eres perfecta, jodidamente perfecta” Pensó al mismo tiempo que tomaba el cabello de ella entre sus dedos para guiarla en el ritmo y la profundidad.— Si sientes que es demasiado dime… y la saco.— Indicó el con un gruñido de voz.Ella asintió con la cabeza y esos juegos solo alteraron el resto de hormonas que tenía ese macho…Con sumo cuidado de no lastimarla, el alfa sintió como su boca iba recibiendo cada vez más y más de su larga hombría, aunque el olor a excitación que salía de su coño lo tenía vuelto loco.Debía estar mojada… húmeda, caliente y lista. Sus bolas estaban llenas y duras, muy duras…Malcolm comenzó a sentir cómo su polla comenzaba a palpitar… era momento de salirse.— Necesito sacarla— Jadeó el macho al mismo tiempo que notaba cómo sus bola
Oleika observa la imagen que le regresa el espejo, y traga saliva, después de esa experiencia tan revitalizante, su cuerpo está ansioso por más…Mas contacto, mas caricias, mas sexo… Sentir que realmente sí existe.Después de haber llegado a la posada y entregar la carne y colmillos del gato gigante a cambio de alimento y dos habitaciones, el posadero cerró por completo el lugar dejándolos completamente solos en el lugar, ella había pedido que ambas habitaciones estuvieran en extremos contrarios del lugar.El posadero les había puesto agua caliente en las tinas, pero Oleika no podía olvidarse de esa sensación de hormigueo en todo su cuerpo.Observó su piel, sus curvas, estaba solo cubierta con poca lencería, un vestido de noche especial para una noche llena de locura.“Tranquila” pensaba ella después de todo esta sería la primera vez que ella iniciara con un encuentro sexual, pero es que su cuerpo no lo soportaba más era como una olla a punto de explotar.Al abrir la puerta se encontró
Oleika respiraba de forma agitada, sin imaginarlo ella se había vuelto una fuente de energía que se expandía hacia todo su alrededor.Sus manos y pies comenzaron a hormiguear indicando que estaba a punto de suceder algo impensable.El peso de su cuerpo comenzó a desaparecer.“¿Qué es esto? ¿Qué es esto?” se preguntaba la pelirroja al mismo tiempo que observaba como sus manos iban desapareciendo ante sus ojos.Luego sus antebrazos, sus piernas, todo su cuerpo…La sensación de no ser parte de nada la invadía haciéndola sentirse aterrada, completamente aterrada.A su alrededor, la neblina que era en cierto punto gris en este momento se había vuelto de un dorado tan intenso, tan brillante que parecía que estaba envuelta en oro líquido.En ese instante, un rugido comenzó a inundar ese espacio mental que la había mantenido tan tranquila, descontrolando toda su concentración y arrojándola de nuevo al mundo real y físico en el que siempre había vivido.Al abrir los ojos Oleika se encontró c
“Maldición” pensaba Clara “si Franco me encontró justo en medio de mi escape, es su oportunidad, perfecta para deshacerse de mí sin dejar pruebas” Pensaba al mismo tiempo que sentía que otro par de manos se agregaban a su inmovilidad para cargarla cual costal.— No toques de más — una voz femenina llamó su atención.“¿La estaba protegiendo? ¿Por qué si la llevaba en contra de su voluntad?” se preguntó Clara.— No lo hago — una voz fuerte y profunda pero al mismo tiempo sumisa ante la fuerza de la hembra se escuchó del lado de sus caderas.— Te lo advierto no toques de más si no quieres conocer mi lado salvaje y te arranque ambas garras.En ese momento Clara no sabía si sentirse tranquila o si la idea era que ella llegara intacta para ser presionada y torturada por alguien más.Por más intentos que hizo de liberarse del agarre ambas criaturas la mantuvieron bajo su cuidado hasta que fue arrojada de forma poco cuidadosa a un lugar frío y húmedo.En ese momento, la bolsa que le había man
Malcolm se mantiene en su forma humana en medio de una lucha desmedida.En medio del lodo, el desertor le muestra los colmillos, al mismo tiempo que se pone en posición de ataque.~ Oleika, aléjense yo las encontrare en cuanto termine~ Le dijo Malcolm por el enlace mental.Oleika solo asintió y se llevó a Adaku en medio de las plantas, para tratar de mantener a salvo a esa exbruja, ella era la única que sabía cómo identificar la posición concreta del aquelarre.Malcolm seguía luchando en su forma humana buscando un punto débil del animal, en medio de la pelea el desertor se arroja para dar fin con una mordida definitiva, el alfa coloca ambas manos en las quijadas del desertor, evitando que éste cerrara sus colmillos alrededor de su cabeza.El alfa estaba utilizando toda su fuerza para contener el ataque pero una debilidad inexplicable había comenzado a inundar sus brazos.“¿Qué pasa? No puedo tomar el control” decía su lobo en la cabeza, al ver las complicaciones que aquejaban a su
Días después, Malcolm y Oleika se mantenían observándose de forma cómplice, ni la lluvia que estaba arreciando los hacia concentrarse en otra cosa que no fueran ellos.~ Sé que lo quieres pequeña, solo déjame comerte un poco más, créeme mi lengua estaría encantada de recorrerte completa~ le decía Malcolm por el enlace mental.Esas frases hacían que la piel de Oleika se erizara por completo, y el ambiente comenzara a sentirse denso como si ella pudiera cambiar todo solo por el sonido de sus palabras.Al mismo tiempo que su lobo estaba concentrado en cada una de las curvas que se marcaban de forma sensual sobre la tela mojada, y se desesperaba más y más por saborearla sin límites.~ Llévala lejos, a una cueva en la que pueda cogerla hasta que pierda la conciencia~ Le decía el lobo del alfa por el enlace mental desesperado por la calentura que sentía hacer hervir su sangre.Las miradas de ambos se conectaba y parecía quee todo lo demás desaparecía de inmediato.Mientras ellos dos están
El tiempo parecía haberse congelado pero lo que estaba caliente… Demasiado caliente eran los cuerpos de ambos.Los labios de Malcolm se acercaron posesivos a los de ella y comenzaron a rosar y succionar con tanta dedicación que Oleika sentía que no podía respirar, el se quedaba con cada gota de su oxígeno.— Malcolm-…— Jadeó ella en medio de una inconciencia maravillosa, como si estuviera flotando y sus sentidos se hubieran despertado.— No te vayas solecito— Le dijo en medio de los besos apasionados, no se lo pedía, se lo suplicaba.Malcolm comenzó a tomar más confianza ante la apertura de ella y la tomo entre sus brazos para besarla más, con más confianza.Oleika se dejó llevar.Todos sus sentidos le pedían, le exigían que estuviera con él, lo extrañaba a pesar del sinnúmero de problemas, ella y su cuerpo lo extrañaban.Sus pechos estaban más duros, tensos ante la excitación que la embargaba y sus pezones se habían saltado, exigiendo atención que tenían semanas sin recibir, incluso l
Después de haberse aprendido de memoria cada uno de los registros que estaban dibujados y escritos en los pergaminos, Malcolm hizo una fogata y quemó cada pedazo de piel.— Nadie debería tener acceso a tanta información —dijo susurrándole las llamas que le recordaban aquella noche infernal.Oleika asintió con la cabeza estando de acuerdo.En ese momento Adaku quien observaba cada uno de los movimientos de los dos jóvenes se acercó.— ¿Qué haremos ahora?— cuestionó indecisa.El rostro decidido de Oleika se fijó en ella.— Quiero ir a tu aquelarre Luna plateada— declaró sorprendiéndola.— Sería un viaje largo— dice la anciana quien no está segura de poder llegar hasta el final— lleno de peligros no sé si sería buena idea arriesgarse.— Escucha— dijo que Oleika ya decidida— no está a discusión, sé que tu manada se concentra en la sanación potencializada por las olas del mar, que pueden curar casi lo imposible.Adaku asiente en silencio, sabiendo perfectamente qué era lo que quería decir
Clara camina nerviosa alrededor de su habitación.“Hice lo correcto, sé que lo he hecho” pensaba ansiosa.La tensión en su andar era evidente, el espacio de la habitación se volvía cada vez más pequeño ante la inmensidad de su desesperación.En ese momento, la puerta de su habitación se abrió dejándole ver qué había llegado Franco.El cuerpo de Clara se erizó al instante, era momento de aclarar las cosas.— Ya lo hice —declara ella en tono firme deteniendo su andar nervioso y envarándose para verse más segura— ya me deshice de él, ya rompí cualquier lazo que nos unía, incluso —dijo tragando saliva— en este momento debe estar muy… muy lejos de aquí, lo expulsé como tú querías, lo hice en tiempo y forma.En ese momento Clara guardó silencio, se agarró las manos para detener el temblor que había empezado unos minutos antes, no se había dado cuenta que era la única que estaba hablando, la única que estaba justificándose y sobre todo, que Franco no pensaba cambiar su actitud prepotente que