¿Qué estarías dispuesta a hacer por alcanzar tu sueño? Emily Daniel es una joven que sueña con ser una modelo reconocida, siempre ha soñado en grande, pero las oportunidades no han llegado a su vida. Mientras le da tiempo al tiempo, ha trabajado en múltiples oficios para sobrevivir, entre esos, como camarera en un fino restaurante. Lo que Emily no sabe, es que en uno de sus “tranquilos” turnos, tiene un pequeño accidente con un importante y complejo cliente, que hace que la despidan de manera injusta, su nombre es, Benjamín Jones. Benjamín, es CEO de una compañía reconocida. Este empresario respetado, suele ser frío y arrogante, meticuloso y calculador; casi todo lo prevé, menos el inesperado reencuentro con un amor de su pasado. Sus planes y su presente se ven inestables porque sus emociones se vulneran por la presencia de aquella mujer. En una medida desesperada, toma decisiones apresuradas y termina contratando a una novia temporal. Cuando jamás pensó volver a cruzarse con Emily la “tonta” y “torpe” camarera, termina involucrándola en su vida para que finja ser su pareja, a cambio de eso, él le ayudará a cumplir su sueño de ser una reconocida modelo. ¿Aceptará Emily aquella propuesta? ¿podrán los dos hacer que funcione a pesar de que son de personalidades diferente? ¿Cuánto tiempo se puede fingir algo que con el tiempo comienza a sentirse real? Entre dudas, atracción y oportunidades, Emily deberá decidir si está dispuesta a jugar un papel que podría costarle más de lo que está dispuesta a perder.
Leer másPOV EmilySoy hija única, crecí bajo mucho amor y protección por parte de mis padres. Fui una niña muy tranquila, amorosa y respetuosa, pero con el tiempo aprendí a defenderme; mis padres me enseñaron que el respeto se gana con respeto y que siempre debo defenderme.Ya empezaba a sentirme ofendida, estaba admitiendo mi culpa, pero ninguna solución era suficiente para esta persona. Entendía su enojo, pero sentía que estaba llegando a extremos.Quizás en esta situación solo debí mantener detrás de una delgada línea, pero decidí cruzarla, y lo hice cuando más enojo tenía.—Mis jefes aún no llegan, señor.—¿Cómo pueden dejar a una incompetente a cargo? ¡Vaya estupidez!—Cálmese, por favor.—¡No vuelvas a decirme que me calme!El hombre me apunta con su dedo tan cerca que casi sentí como rozó mi nariz.—No necesita señalarme de esa manera —respondí apartando mi cara—. Necesito un poco más de respeto, por favor.—¿Respeto? Lo dice una mujer que no sabe lo que esa palabra significa. Claro, p
POV EmilyMi madre siempre me decía, puedes lograr todo lo que te propongas y hoy más que nunca, me he levantado con esa convicción. Tantas eran mis ganas de iniciar mi mañana, que abrí los ojos antes que mi despertador, lo apagué sin darle oportunidad de que sonara.—Será una buena mañana ¡Será un buen día!Abrí mis brazos y mi boca para bostezar.No tenía mucho para preparar un exquisito desayuno, pero hay pan y hay huevos, suficiente para hacer un manjar. Los huevos, como nunca, quedaron en su punto.—Oh, eso es una buena señal.Sentía la energía del universo conspirando a mi favor para que todo se dé conforme a lo que necesitaba. Desayuné con calma, trataba de distraer mi mente para no pensar en mis problemas y sonreía para cambiar la visión de todo.Tomé una ducha de pocos minutos, porque hay que ahorrar agua, el planeta lo agradecerá; es por una buena causa, lo hago solo por eso —una manera más de engañar a mi pobreza.Llegué al restaurante más tarde y esperé que mis jefes estuv
POV EmilySonreí y di un paso al frente al escuchar mi nombre, estaba muy segura de mí. En las fases anteriores del casting me fue muy bien, estaba confiada de que ese último cupo era mío, hasta que lo vi.Él, Benjamín, “la cucaracha” estaba sentado en la mesa de jurados, con esa misma mirada llena de arrogancia. Sus ojos llegaron a los míos y el asombro fue mutuo.—¿Tú? —susurré horrorizaba.—Vaya —dice en tono serio—. Al parecer el destino nos ha cruzado de nuevo.Mis esperanzas empezaron a caer de picada.Una semana antes.Tenía mis codos apoyados a la ventana de la cocina, miraba hacia afuera los autos que pasan de un lado al otro. Suspiré profundo y dejé que mi mente volara.—Emily, clientes en la mesa cinco.Estaba soñando despierta, así que mis sentidos estaban perdidos en mis pensamientos.—¡Emily!Reaccioné de un brinco y me volteé a ver a Dominica.—¿Qué sucede? Casi me matas del susto.Toqué mi pecho y sentí mi corazón acelerado.—Clientes, mesa cinco ¡rápido!Asentí y tomé