Mateo miró a Gianluca con una gran sorpresa, frunció su ceño y se acercó para verlo más de cerca. Tenía sus dudas, no podía evitarlo.
—No digas esas cosas, tú eres un casanova que siempre anda en busca de una mujer nueva. Rocío no es esa clase de persona y debes de entenderlo.
—Lo entiendo, pero esa mujer es diferente a las demás. Comprendo que mi reputación me precede, no obstante, sentí algo que no sentí jamás con las otras mujeres con las que estuve.
—Ven conmigo inmediatamente.
Mateo tomó a Gianluca del brazo y lo llevó a su habitación, cerró la puerta con seguro y luego se dio la vuelta mirando a su mejor amigo como si quisiera matarlo.
—Necesito que me digas que todo esto es una jodida broma de mal gusto, que solamente lo haces para fastidiarme y no por otra cosa.
—Quisiera decirte que es una de mis muchas bromas, pero no es así. Rocío me gusta y estoy casi seguro de que me he enamorado.
—¡No! Tú no eres de los que cree en el amor a primera vista, hay que dejar de lado todas esa