El temor se apoderó de mí cuando le dije esto a Zayd. No sabía bien si era amor lo que estaba en mi corazón, pero no podía ignorar a este hombre por mucho tiempo y menos con lo que había hecho por mí.
—Me siento un poco cansado, creo que lo mejor es que vaya a descansar, al final tenías razón en eso.
Esperaba muchas cosas, menos esa respuesta. Al final él se fue primero y me quedé en aquel sitio que, aunque al inicio lo había visto como un lugar hermoso, ahora sus altos árboles me sofocaban y parecían una maldita prisión.
Me senté en el césped porque sentía que mis pies no podían caminar. Una amargura y una tristeza embargaron mi corazón.
—Eres tan tonta, ¿Acaso pensabas que él te amaba? Claro que no, se casó contigo por lástima y eso es todo. Ahora lo mejor es que guardes ese sentimiento en lo más profundo de tu corazón y no vuelvas a decir nada, ni de broma.
Una vez que tuve las fuerzas para levantarme, comencé a caminar hacia la salida. Pensaba en lo tonta que me había visto al dec