45. TENSIÓN EN EL AMBIENTE
VICTORIA:
El ascensor se sentía más pequeño que nunca cuando ellos entraron. Isabel se había pegado más de lo normal a Ricardo, mientras yo mantenía mi vista fija en los números que iban cambiando en la pantalla digital. Cinco pisos nunca me habían parecido tan eternos.
—Ricardo, necesito contarte sobre los resultados —susurró Isabel débilmente, pero lo suficientemente alto para que todos la escucháramos.
—Ahora no, Isabel —respondió él secamente, mirando su teléfono—. Estamos analizando datos muy importantes que necesitan toda mi atención.
Un mensaje llegó a mi equipo y Javier me dio un codazo discreto cuando el ascensor se detuvo en nuestro piso.
—Victoria —me llamó Ricardo mientras salíamos—, ¿qué te parece eso que te envié?
—Lo estoy revisando aún —respondí profesionalmente, aunque por dentro mi estómago se revolvía—. Termina, nos vemos en mi oficina en cinco minutos.
—Pero Ricky... —interrumpió Isabel con un puchero.
—Isabel, estoy trabajando —la cortó Ricardo de nu