A MERCED DEL DINERO. C127: ¿Una vez más estás decidido a olvidarla?
—Se lo pregunté una vez, directamente —continuó Lucas—. Si pensaba en él de esa manera. Pero no me respondió ni que sí ni que no. Quise creer que no pasaría nada, que todo era solo paranoia mía. Pero en el fondo… lo sabía. Lo sentía. Y aun así, hice un trato con ella: le dije que me esforzaría por nosotros, que haría lo que fuera por fortalecer lo que teníamos, con una sola condición: que fuera solo mía. Que no mirara a nadie más. Que me eligiera a mí.
Dejó el vaso en la mesita de noche que se hallaba al lado de su cama y se frotó el rostro con las manos, como si intentara arrancarse el cansancio y la frustración.
—Pero nada de eso sirvió. No conseguí nada. Por más que me esfuerce, no soy suficiente para ella. Y sé que quizás no debería estar diciéndote todo esto, que son cosas que solo nos conciernen a ella y a mí… pero la verdad es que ya no puedo más. Todo esto me está volviendo loco, Marissa. Me está rompiendo por dentro.
Ella lo miró en silencio por unos segundos, sin emitir juic