Capítulo 52. Fin de Petrov
—Esta es tu primera prueba, Lucifer. Prueba que tu prioridad es mi misión, no mi protección.
Lucifer asintió, la derrota era amarga, pero necesaria.
—Haz lo que sea necesario, Reina.
Elena se deslizó en la oscuridad con la facilidad de un espectro. Lucifer se dirigió a la entrada principal. Liana, vestida con ropa oscura que había tomado de la caja de suministros, se acercó al túnel de servicio. Era un ducto estrecho y polvoriento que se hundía unos diez metros.
Justo antes de entrar, Liana escuchó el gruñido bajo del motor del vehículo. Era la señal de Lucifer a Petrov.
Liana se introdujo en el túnel. El aire era pesado, lleno de humedad y el hedor a óxido y polvo. El Códice Vespera lo llevaba amarrado a la muñeca.
A través del túnel, Liana podía escuchar la voz amplificada de Lucifer, llegando desde la entrada principal de la mina.
—¡Nikolai! ¡He venido solo! ¡Tengo el trato que quieres! ¡Liana está dispuesta a hablar!
Liana apretó los dientes. Lucifer estaba actuando el