Mundo de ficçãoIniciar sessãoTANYA RHODES
«Paulina», ya había escuchado ese nombre saliendo de la boca de Viggo, pero… ¿era la misma mujer?
Mientras ella terminaba de organizar algo dentro de su despacho, Vanessa y yo nos quedamos en una pequeña sala tapizada de rojo, suave y cómoda, bien podía quedarme a dormir ahí. Nos veíamos extrañas, un par de jovencitas vestidas de manera descuidada entre un mundo de trajes finos y tacones.
—Creo que esto se puede solucionar bastante fácil. Ese idiota terminará en la cárcel, ya verás —soltó Vanessa escurrida en el sofá—. Demostraremos que no estás embarazada y todo su teatrito caerá en segundos.
Apreté los labios, contuve el aliento y posé mis manos sobre mi vientre, despertando la curiosidad en mi amiga, quien pasó de estar extremadamente tra







