86. LO QUE VALE
[FRANCESCO]
23 de noviembre
El aire del paddock en Catar se siente diferente. No es solo el calor seco del desierto, ni el olor a caucho recién quemado que flota desde el pit lane; es la electricidad invisible que hay en el ambiente cuando todo el mundo te observa.
Las cámaras me siguen desde el momento en que bajo del coche del equipo. Flashes, micrófonos, preguntas que suenan todas iguales: “Francesco, ¿cómo manejas la presión después de Las Vegas?”, “¿Tu relación con tu ingeniera está afectando el rendimiento del equipo?”, “Dicen que tu concentración ya no es la misma…”
Respiro profundo antes de responder, con la sonrisa ensayada que aprendí a usar hace años.
—Mi concentración está exactamente donde debe estar: en la pista. —Sonrío, pero mi mirada se cruza fugazmente con Sofía, al fondo, entre el personal técnico. Lleva la gorra del equipo, la tablet en una mano y ese gesto de calma que solo ella tiene.
Ella me devuelve la mirada apenas un segundo, pero es suficiente para que todo