[SOFÍA]
Varias semanas después: 4 de agosto
El tiempo, cuando una está enamorada y asustada a la vez, deja de avanzar en línea recta. Se vuelve una sucesión de momentos intensos, de aeropuertos que se confunden, de domingos que pesan más que otros, de noches en hoteles donde el mundo entero parece quedar lejos… y al mismo tiempo demasiado cerca.
Desde mayo hasta el parate de verano, la temporada fue un vértigo.
Miami llegó envuelta en calor y exceso. Luces, ruido, titulares que ya no hablaban solo de carreras. Francesco estuvo sólido, concentrado, feroz cuando debía serlo. Yo lo miré desde el muro, con una mano siempre cerca del vientre y la otra sobre la tablet, aprendiendo a medir mis fuerzas como nunca antes. El resultado fue bueno. No perfecto. Pero firme. Como nosotros.
Luego vino Europa, con su ritmo implacable.
Barcelona fue dura. El calor, la degradación, una estrategia que no terminó de cerrarse. Francesco llegó a puntos importantes, pero bajó del coche frustrado. Esa noche n