133. LA PRIMERA RONDA
[FRANCESCO]
Al día siguiente: 24 de enero
El ascensor sube tan lento que siento que lo hace a propósito. Mi pulso retumba contra las paredes metálicas. Carlo está a mi lado, revisando por última vez los documentos, los nombres, las copias encriptadas. No habla. Yo tampoco.
Cuando las puertas se abren, el pasillo del piso 12 parece más largo que nunca.
Luz blanca. Piso gris. El silencio antes de un desastre… o de un renacer.
Al fondo está la sala de conferencias del Consejo de Dirección: los hombres y mujeres más poderosos de la escudería, gente que puede poner fin a una carrera con una firma… o salvarla.
Carlo abre la puerta.
Y ahí están todos.
Siete directivos. Algunos conocidos. Otros solo figuras lejanas que rara vez bajan al paddock.
Pero lo que más me llama la atención es que William Soyer ya está sentado.
Traje perfecto. Sonrisa mínima. Mirada de depredador contenido.
—Francesco —dice con una falsa amabilidad que me revuelve el estómago—. Qué puntualidad.
Cierro la puerta con ca