Adán García
Un año desde que Eva se fue, seis meses desde que me casé con Victoria. Hoy mis mellizos están naciendo…
Sé que debo estar feliz, al fin tengo la oportunidad de serlo junto a la mujer que amé durante toda mi vida y será la madre de mis hijos, pero no puedo olvidar a Eva y todo lo que ella fue estando conmigo.
Eva sigue estando presente en mi mente, cada día desde que desapareció y no puedo evitar preguntarme si pude haber hecho algo para retenerla a mi lado, si aún era demasiado tarde para nosotros.
—¡Adán! —escucho como Victoria grita mientras toma mi mano, pero mi mente se encuentra en blanco y todas mis acciones son automáticas.
—Uno de los bebés no está posicionado, debemos hacer una cesárea de emergencia. —dijo el doctor que atiende el parto de mi esposa.
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