Maximiliano era todo lo que una mujer podía desear.
Punto de Vista Madison
Sali de la habitación de Maximiliano con los ojos llenos de lágrimas y el corazón un poco fragmentado, ¿Qué se creía el tipo este? Que por estar que se parte de lo guapo y ser un multimillonario ¿Podía pasarse de arrogante?
Me fui a mi habitación y me eché sobre la cama, ni siquiera me sentía en óptimas condiciones para abrazar a Leoncito, solamente necesiataba cinco minutos en soledad profunda para pensar en lo que acababa de pasar con Maximiliano, y era demasiado lógico.
Inmediatamente salimos de la casa de su padre toda su actitud cambió frente a mí, me dejo en la mansión y simplemente se fue para regresar muy tarde y evitar acostarse conmigo; lo seduje para que me hiciera suya, pero el muy canijo, simplemente de una forma prudente me rechazó.
Pensar en cada cosa me hacía estremecer el corazón, ¿Cómo podían dos personas con el mismo apellido causarme un mar de sentimientos? Se suponía que ya estaba olvidando al imbécil de Manuel y ahora me estaba enamorando