Al percibir que Víctor no quiere dejar que ese clima cargado en la mesa se disipe, Xavier decide tomar la palabra. Se aclara la garganta discretamente, atrayendo la atención de la familia.
— Bueno… — Comienza, en un tono vacilante, intentando transmitir el peso del resentimiento en cada palabra. — Quiero aprovechar que estamos todos reunidos para decir algo importante — hace una pausa, como si buscara las palabras adecuadas, y luego continúa.
— Quiero pedir perdón por lo que pasó. Estoy profundamente arrepentido de ver cuánto mis errores interfirieron en la vida de todos ustedes.
Mientras habla, mira a Joana y extiende la mano para sostener la de ella. El gesto es suave, casi teatral, pero lo suficientemente eficaz como para tocar el corazón de ella.
— Jamás debería haber tenido ojos para otra mujer, sabiendo de la mujer increíble que tengo a mi lado — declara con la voz temblorosa, en un peso emocional que parece genuino, como si estuviera al borde de las lágrimas. — Realmente no sé