En Nueva York, Andressa se hospeda en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, una obra maestra de la arquitectura moderna con su fachada de vidrio reluciente que refleja las luces vibrantes de la metrópoli. El interior es igualmente deslumbrante, con un amplio lobby decorado en mármol blanco y detalles dorados, sillones de terciopelo en tonos azul y verde esmeralda, y una lámpara de cristal que domina el espacio. Cada detalle exhala sofisticación, desde los arreglos florales frescos hasta los uniformes impecables de los empleados.
En su habitación, el lujo es evidente. La suite tiene paredes en tonos neutros y una decoración minimalista, pero cuidadosamente elegida, con muebles de diseño contemporáneo. Las ventanas panorámicas ofrecen una vista espectacular de Central Park, que brilla bajo la iluminación nocturna. Para Andressa, cada momento allí es una celebración, como si fuese la cima de sus conquistas.
Después de una tarde relajante en un spa exclusivo, donde disfrutó de masa