Cuando Anthony Barone, el jefe más importante de la mafia del sur de Italia, está al borde de la muerte, le exige a su hijo Matteo que si quiere heredar todo su poder y su inmensa fortuna, debe casarse con una buena mujer y convivir con ella durante un año. Dianora, una hermosa joven maltratada y vendida por su padre, será la elegida para cumplir esta función en contra de su voluntad. ¿ Pero podrá ella ser una buena esposa públicamente ante la alta sociedad mafiosa italiana? Y lo más importante... ¿El sexy atractivo heredero podrá sentir de nuevo más que una intensa e inmensa atracción por la hermosa mujer que formará parte de esta falsa unión? Él olvidó lo que era amar, porque una vez lo hizo de verdad y lo hirieron demasiado..
Leer másA pesar de que vivía en una enorme y lujosa casa, desde que mi madre falleció cuando tenía solo trece años, apenas volví a conocer el amor y el afecto. Nunca me sentí protegida ni amada por mi padre, él era un hombre ausente y demasiado ambicioso, únicamente interesado en el dinero y el poder. Por este motivo cuando escuché en la planta principal los gritos de mi padre y de aquellos hombres comprendí enseguida que alguno de sus apuestas habituales había salido demasiado mal, pero nunca pensé que me vería salpicada terriblemente por sus actos.
Recuerdo que caminé rápidamente pero también sigilosamente hacia el final del piso y me asome con cuidado en la esquina que daba a las escaleras de caracol, y que me otorgaba una vista directa a la gran entrada de la casa.
_Nos debes exactamente dieciocho mil euros y sabías que pasaríamos a recibir el pago hoy.
Había dos hombres perfectamente trajeados, eran muy fuertes, altos, con el pelo engominado y aspecto elegante pero también duro, y él primero le dijo eso a mi padre gritando y lo observaba fijamente como un gran depredador a punto de merendarse a su presa.
_Si lo sé.
Dijo con tono bajo y desesperado, en un intento de darles làstima y ganar un poco más de tiempo.
_Pero necesito más tiempo para conseguir el dinero si Anthony pudiese...
Pronunció aquel nombre y enseguida entendí que aquellos dos hombres trabajaban para otro que seguramente sería muy poderoso para tener ese tipo de empleados a su cargo, que parecían verdaderos seguridades personales, o incluso peligrosos sicarios.
¿Para qué apuestas en las carreras dinero que no tienes si luego necesitas más tiempo para pagar?
Preguntó el otro a modo de burla con bastante ironía dibujando en su rosttro una horrible sonrisa.
Cuando dijo carreras entendí enseguida a lo que se referían, mi padre era especialista en sacar dinero de cualquier lugar, y uno de ellos eran las apuestas en las carreras de caballos... nunca antes había perdido, incluso había ganado grandes cantidades de dinero que despues solía gastar también rápidamente, suponía que su buena suerte se le había subido demasiado a la cabeza y había aterrizado con una gran perdida contra la gente equivocada.
_Si no tienes dinero ya no hay mucho decir...
Dijo el primero que habia escuchado hablar, y que era él más grande físicamente... y en ese justo instante lanzó un gran golpe a mi padre sobre el estómago provocando que gruñiese de dolor.
_No, no, no por favor...
Suplicó mi progenitor.
Pero justo al segundo el otro le golpeó en la cara varios veces y fue cuando cayó al suelo en el acto entre gritos.
_Solo dos días por favor, de verdad que pagaré todo.
_No te creo Baldini.
Dijo el hombre quehabía lanzado el primer puñetazo, y sacó rápido de su bolsillo un arma que empuñó contra mi padre.
Yo estaba paralizada, mis lágrimas caían por mis mejillas y no sabía si gritar o volver a mi habitación y llamar por mi móvil a la policía. Aunque estaba claro que aquellos tipos eran mafiosos muy peligrosos, y era un secreto a voces que en la Italia de sur, y sobre todo en Nápoles, la policía hacía caso omiso ante aquellos actos delictivos.
_Mil euros más por día... ese es el trato.
Dijo entonces mientras seguía empunando la pistola en dirección a la cara de mi padre, que yacía a pocos metros ensangrentado en el suelo.
_Sí, sí, no hay problema.
Ambos se miraron entre ellos sonriéndose y fue cuando ese horrible hombre escondió su pistola.
_Volveremos en dos días a cobrar lo que le pertenece a nuestro jefe, y esta vez serán veintemil euros... no nos hagas perder más el tiempo.
_Y si no tienes el dinero, seguro que nuestro querido jefe acepta esta preciosa casa a modo de pago.
Dijo el otro bastante serio.
¿Nuestra casa? Esa casa era de mi madre y me la había dejado al morir, era lujoso y enorme, y costaba mucho más que aquella suma de dinero. Pero en aquel momento tuve claro que gracias a los actos turbios de mi padre me vería en la calle y sin mi hogar.
Después de aquello, inmediatamente llamé a mi abuelita materna, que vivía en un pueblo cercano a nosotros, y ella decidió venir a la casa a quedarse conmigo para mantenerme a salvo. Ella era el único familiar en quien podía confiar y que parecía preocuparse por mi.
_Tu papá no puede vender esta casa sin tu autorización, estate tranquila... y si eso sucediese de alguna forma tomaríamos acciones legales y podrías venir a vivir conmigo hasta que todo se solucionase.
Me dijo calmada y eso consiguió aliviarme un poco. Ambas estábamos en el gran jardín bebiendo una taza de café con panecillos dulces, mi padre llevaba un día y medio sin aparecer por la casa. En ese momento llamaron al timbre, con miedo decidí ver quién era, si eran los homres de la mafia estaba dispuesta a llamar a la policía, pasase lo que pasase. Mi abuelita decidió acompañarme y al mirar por la mirilla solo vi un matrimonio de mediana edad que no conocia de nada, pero decidí abrir ya que parecían inofensivos.
_¿Eres Dianora?
_Sí, ¿Quiénes son ustedes?
_Debes acompañarnos.
_¿Cómo? ¿A dónde?
Tu padre nos ha pedido que hablasemos contigo sobre un asunto económico.
_Yo no tengo nada que ver con los asuntos de mi padre.
_Ahora sí.
Dijo el hombre sacando unapequeña arma de su bolsillo. _Podemos hacer esto por las buenas o por las malas.
_¿Pero qué quieren de mi niña?
Gritó mi abuela desconsolada, pero ellos no le prestaron atención, aquella mujer de unas cuarenta años me agarró a la fuerza del brazo derecho y se dispuso a llevarme dentro de un vehículo lujoso que estaba justo aparcado enfrente de la casa.
_Tu padre te ha vendido a nosotros por una gran suma de dinero, y no me extraña eres más hermosa de lo que imaginé con las fotos que me enseñó.
Dijo el hombre riéndose.
_Trabajaras para mi en mi casa de citas hasta que cubras el dinero que le di generando mucho más.
_¡¿Cómo?! ¡No, no!
Gritó mi abuelita y se dispuso a tirarse encima del otro llena de ira, pero este laapartó de un manotazo, cayendo mi abuela como un pajarillo contra la puerta de la casa mientras lloraba desconsolada. Algún tiempo despues supe que mi abuela materna, la única persona en el mundo que me amaba, acabo en el hospital víctima de un ataque al corazón por el estado de ira y nervios en el que quedó.
Tan solo una hora después me habían llevado a un sucio y oscuro local de carretera en el que había muchas otras mujeres víctimas de la trata de blancas, la mujer que había venido a mi casa me encerró en una pequeña habitación y me obligó a desnudarme y ponerme un vestido minúsculo rojo que había sobre la cama. Luego me maquilló ella misma de manera exagerada y moldeó mi cabello llenándolo de laca.
Tony ha pensado que eres demasiado bonita para los clientes de recursos económicos normales, que solo pagan por servicios sexuales ocasionales. Así que..
_¿Qué? ¿Qué pasará conmigo?
_Serás subastada, y si tienes suerte te comprará algún cliente muy rico.
Yo estaba completamente impactada ante sus palabras no podía creer lo que me estaba diciendo y en qué situación me encontraba. Estaba increiblemente triste, mi padre siempre fue un hombre lleno de adiccines que me maltrató, pero nunca pensé que le importaba tan poco para llegar a venderme a un desconocido.
Así que solo se me ocurrió antes de que me subiesen a un escenario ante cientos de hombres elegantes trajeados, como si yo fuese una simple mercancía sin corazón, intentar negociar con aquel sucio hombre.
_Puedes quedarte con mi casa.
Dije desesperada.
_Puedo darte hoy mismo las llaves si volvimos allí y dejas que me vaya.
_Pienso que por tu enorme belleza puedo sacar mas de ti vendiéndote que quedándome con tu casa.
Prácticamente me empujó hacia el centro del escenario y gritó.
_¡Empecemos por cuarenta mil euros! ¡Esta preciosa jovencita vale eso y más!
Y varios hombres enseguida levantaron letreros pujando dinero. La cantidad rápidamente fue subiendo, yo me estaba mareando, dejé de observar, las luces de focos me pegaban en la cara, hasta que escuché la cifra de dos cientos mil euros.
Aquí tienes a la chica, ahora pasa por el mostrador a dejar el cheque.
Dijo a modo de orden, minutos después yo ya había bajado del mostrador, acababa de ser vendida por esa última cifra.
El hombre era joven, de unos treinta y pocos años y sumamente atractivo, tanto que me sentí avergonzada de que un tipo tan extremadamente sexy me conociese en aquella bochornosa y humillante situación.
_No ofrezco más de quince mil euros y miró hacia otro lado ante los negocios ilegales que estas haciendo amigo...
_¿Cómo?
Dijo el dueño del burdel entre risas.
_Te lo diré mas claramente. Si no dejas que esta pobre muchacha se venga conmigo, voy a quemar este antro contigo dentro... no sin antes asegurarme que cada una de las mujeres que tienes retenidas en el en contra de su voluntad salgan y vean como mueres lentamente en las llamas.
_¿Pero qué?...
Dijo agresivamente mientras se disponía a atacar a aquel hombre de estructura fuerte, alto, y de ojos azules claros e hipnóticos. Pero en ese moomento, dos hombres que iban con él se lanzaron sobre el dueño a modo de barrera.
_¿Intentas algo amigo?
_¿Quiénes sois vosotros?
Dijo dirigiéndose a dos enormes hombres que lo acompañaban y se le pusieron enfrente a modo de seguridad .
_Soy el hijo de Barone , y le voy a pedir por las buenas que me dejes que esta princesa salga de aquui conmigo.
El dueño del local al escuchar aquel apellido se puso completamente pálido y claramente muy nervioso.
Sí, perdóname, no sabía que eras un ..., te pido disculpas, ha sido todo un malentendido.
_Disculpas aceptadas.
Puedes llevarte a la chica sin problemas, ni siquiera pensaba reternerla.
Dijo mintiendo claramente.
_Muchacha, puedes irte... ha sido todo un error.
Yo que estaba detrás de ese maldito hombre sin escrúpulos, caminé algunos metros encorbada y asustada como un animalito indefenso hasta colocarme al lado de aquel hermoso hombre que no conocía y que resultaba haber sido mi salvador. Había salvado mi vida, no quería ni pesar que hubiese sido de mi futuro si aquel hombre no hubiese aparecido en mi camino.
*Matteo *Yo era un mafioso y era la única profesión que realmente sabía hacer, era lo que había visto en mi casa desde pequeño, a eso se dedicó mi padre y todos los hombres que formaban mi familia. Esa profesión era como una droga, te entregaba lo mejor del mundo pero a la vez sacaba lo mejor de tu alma, me había permitido tener una vida llena de lujos y deseos casi ilimitados pero a la vez debía entregar algo a cambio... dejar entrar la oscuridad en mí, no tener conciencia para poder seguir adelante y transformarme en un hombre cruel para siempre. "_En esta profesión hay que pagar un precio muy muy alto hijo..._ me dijo mi padre mirándome a los ojos en su despacho.Recordaba ese día, su mafia ya era la principal de todo el territorio sur y dominábamos al resto de subgrupos criminales. Yo acababa de cumplir la mayoría de edad y desde aquel día pasaría a formar parte del grupo mafioso de mi propia familia, los Baldini. _¿ Qué precio ?_Pregunté con algo de miedo e inseguridad. _Hace
*Melka * Lloraba desconsoladamente y sabía que confesar la verdad a mi padre lo cambiaría todo. O al menos eso pensé. _¿ Qué te ocurre cielo ? Por favor no llores... me parte el corazón pensar que algo malo puede haberte sucedido _mi padre sonaba realmente preocupado, yo era su única hija y siempre había volcado toda su atención en mí. Desde pequeña había tenido todos los caprichos, absolutamente todo lo que había deseado, mi padre me amaba muchísimo igual que mi madre. Y no entendía cómo había podido tener una relación con Matteo, él me había tratado realmente mal y... supongo que recordar el amor que mi padre, como hombre de referencia, me había mostrado durante toda mi vida me abrió los ojos en cierto sentido. _Si te digo que me ocurre dejarás de pensar bien de mí papá. _Le dije entre sollozos con sinceridad. Era lo que pensaba, los valores en mi familia eran religioso y estrictos... y yo no los había seguido, era una deshonra como mujer y decepcionaría a mis padres cuando
*Antonella *Llevaron a Angelo a una habitación después de la cirugía, le habían extraido la bala, tenía el pecho vendado y en sus muñecas habían insertado suero. Él parecía un auténtico Angel, yo me senté sobre una pequeña mecedora y Stella en otra. _Iré a bebidas calientes. _No quiero nada..._ dije con la voz muy débil. _Te hará bien. _Dijo llevándome la contraria y desapareciendo de la habitación. Cuando lo hizo agarré la mano izquierda de Angelo con fuerza y la coloqué entre mis dos manos._Por favor Angelo despierta, te amo, de verdad te amo..._ dije mientras lágrimas caían por mi rostro. _Ni siquiera sé porque no te lo dije antes, te amo y quiero que despiertes y que estés a mi lado por favor. ¿Por qué no se lo había dicho aantes ? ¡ Maldita sea ! ¿Por qué no lo había hecho ? Sino despertaba lamentaría aquello el resto de mis días.Luego coloqué la cabeza sobre su mano, cientos de lágrimas caían. Pasaron minutos sin ser consciente de ello, simplemente caí dormida y ni siqui
*Dianora *Stefano luchó muchísimo para que no tuviese que volver a Nápoles, pidió jueces internacionales y se acogió a la legislación de Reino Unido de protección a las mujeres y sus hijos. Incluso no aceptó que tuviese que poner un pie en Italia, alegando que Matteo tenía un perfil potencialmente peligroso y podría hacerme daño o incluso llegar a secuestrarme.Darme cuenta de cuanto se había esforzado por mantenerme a mi hijo a mí a salvo me hizo sentirme realmente mal, mal de recordar en mi cabeza una y otra vez el momento que habíamos compartido Enzo y yo antes de despedirnos unos días atrás. _¿ Entonces no tendré que ir a Italia ? ¿ Esta decisión es segura ?_No, irás a Londres y te pondrán en una pequeña habitación en la que declararás por videoconferencia. _Ohh..._Sí, es por protección. Me gustaría estar contigo pero yo debo tratar otros casos aquí de manera presencial. _¿ Tú estarás en el mismo punto de Matteo ?_Sí, se llevará a cabo en Milán, solo que tú no debes estar p
*Angelo *Estaba completamente enamorado de ella y ni siquiera sabía cómo había sucedido. Cuando me marché de Italia me prometí a mi mismo que jamás volvería a enamorarme y sin esperarlo amaba a una nueva mujer en mi vida, Antonella, que esperaba un bebé que no era mío. Pero ni siquiera me importaba aquello...Yo solo quería que estuviese bien, feliz y tranquila, ella me daba eso a mí aunque ni siquiera era consciente de ello.Su tripita había crecido, ya era obvio que un bebé crecía dentro de ella, estábamos en mi cama, esa noche hacía frío y como era habitual en el piso compartido estaba la calefacción al máximo. _¿ Crees que nos escuchará el bebé?Pusé mi oreja derecha sobre su vientre mientras abrazaba su tripita, era preciosa, muy redondeada y pequeña. _Espero que no...Habían pasado ya una semana desde que el padre de ese bebé la había llamado amenazándola, ¿ Cómo un hombre podía ser tan cruel ? Pensar en el daño que le hizo me partía el corazón. _¿ Por qué?_Porque estará co
*Melka *No sabía cómo había sucedido, pero sin darme cuenta caí de nuevo en Matteo, aquel hombre se había convertido en una irresistible tentación para mí. Confié de nuevo en él y aún cuando no lo merecía simplemente lo perdoné. Y al llegar a Francia fue extraño comenzar en nuevo país, completamente diferente al mío, y darme cuenta también de que yo no era tan eficiente con el idioma francés como yo creía. Pero a poco a poco en aquel ambiente multicultural comencé a conocer a muchos estudiantes de otros lugares, a entablar nuevas amistades y a sentir libre ... y mejor. _Melka puedes contarme la verdad... no diré nada al respecto. _¿ A qué te refieres ?Petra me había convencido para apuntarme a un gimnasio cercano de la zona y habíamos acabado de hacer varios largos en la piscina. Ambas estabámos alfinal de las líneas de agua, paralelamente la una a la otra y separadas por las pequeñas bolas de carriles. _Sé que le diste otra oportunidad...Apenas había nadie nadando y que estuvi
Último capítulo